Plantean abrir a todo el mundo el "corredor Vasariano" de Florencia

El "recorrido de los príncipes" solo puede ser visitado por pequeños grupos mediante agencias de viajes.

El director de la Galería Uffizi, Eike D.Schmidt, manifestó hoy su deseo de abrir a todo el público el histórico "corredor Vasariano", construido sobre el Ponte Vecchio de Florencia y que actualmente ofrece visitas muy limitadas.


Schmidt recordó que el conocido como "recorrido de los príncipes" solo puede ser visitado por pequeños grupos mediante agencias de viajes, pagando precios que superan los 45 euros (49,5 dólares) por persona y soportando dilatados tiempos de espera que suman incluso semanas.


Por esa razón, abogó por "eliminar privilegios y ofrecer la posibilidad" de pasar a través del mencionado corredor gracias a la emisión de un billete separado y "adecuado a los precios de acceso normales a los museos". "Mi intención es la de eliminar los privilegios y ofrecer la posibilidad -no laobligación- de pasar a través del 'corredor Vasariano' para llegar (de los Uffizi) al Palacio Pitti", sostuvo el director en un comunicado.


El alcalde de la ciudad, Dario Nardella, secundó a Schmidt y defendió que esta "perla de la arquitectura (...) no puede ser un lugar reservado a unos pocos privilegiados". "Estoy de acuerdo con el director de los Uffizi, el 'corredor Vasariano', perla de la arquitectura y belleza de nuestra ciudad, no puede ser un lugar reservado a unos pocos privilegiados y debe ser abierto a todos", sostuvo en su perfil de Facebook.


Por esa razón, aseguró que continuará "sin dudar" con el proyecto del Ministerio de Cultura italiano, que baraja unificar la gestión del Palazzo Vecchio con la de la Galería de los Uffizi, el propio pasillo y el imponente Palazzo Pitti.


El "corredor Vasariano" debe su nombre al arquitecto Giorgio Vasari, quien lo construyó por orden de la familia Medici en 1565, y transcurre por la parte alta del Ponte Vecchio, atravesando así el río Arno. Durante años fue empleado por los príncipes florentinos para ir desde su residencia, el palacio Pitti, hasta la sede de poder de la antigua República, el Palazzo Vecchio, sin mezclarse con el pueblo.


En la actualidad es una de las atracción más exclusivas que ofrece la capital toscana ya que las posibilidades de recorrerlo son muy limitadas. En los muros de este pasillo, de cerca de un kilómetro de longitud, se exponen desde 1973 seiscientos cuadros de figuras como Rembrandt, Rubens o Velázquez, entre ellos numerosos autorretratos.


La idea de abrir al público este pasillo e integrarlo como una atracción más de los Uffizi ha suscitado cierta polémica y, entre las razones que aluden los críticos de esta idea, está la de dónde reubicar las valiosas piezas que se exponen en el corredor.


Otra de las incógnitas de esta idea es cómo se adaptará el pasillo a los estándares actuales de seguridad, ya que carece de puertas de emergencia, entre otras medidas.

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