“A mí no me han valido las frases bonitas cuando estaba en las alcantarillas”

Conferenciante, emprendedor y ex deportista de élite en Estados Unidos regresa a las librería con ’ Los 10 pasos hacia tu cima personal’,un manual para pasar del pensamiento a la acción.

Javier Iriondo en el Gran Hotel
Javier Iriondo en el Gran Hotel
Flor Medina

Soñador empedernido y realista a partes iguales, Javier Iriondo se ha convertido poco a poco en un referente de la autoayuda. Con más de 60.000 ejemplares vendidos de ‘Hacia donde tus sueños te lleven’ (2012), y el éxito rotundo con ‘Un lugar llamado destino’, retorna a las letras con un manual para aplicar todas esas ideas que han conquistado a miles de personas.


-Se ha demostrado que los libros de autoayuda venden y mucho. Sobre todo en tiempos de crisis. ¿Es un negocio emocional?

-No es que crea que sea un negocio emocional ni mucho menos, sino una necesidad que todo el mundo tiene de mejorar su vida a nivel emocional. Independientemente de si esa persona sufre la crisis o no; uno puede tener muchísimo éxito a nivel profesional y estar absolutamente mal a nivel emocional.


-Me ofrece 10 pasos hacia mi cima personal. ¿Qué paisajes se pueden divisar desde la suya?

-Lo primero es que no me considero que estoy en una cima. La cima personal es una metáfora. Si uno cree que ya ha llegado empieza el desastre. En la vida no puedes dejar de aprender. El objetivo es estar bien con uno mismo, tener un mayor control emocional, saber que los problemas van a llegar, pero al mismo tiempo, saber que uno es capaz de superarlos.


-¿Cuáles son las características que poseen aquellos que sí logran conquistarse a sí mismos?

-La gente que ha triunfado es gente que sigue aprendiendo de la vida, que se sigue desarrollando, que tiene una clara misión, sabe a dónde va y tiene un compromiso y una fortaleza mental para superar los obstáculos que con garantía van a llegar.


-¿Qué podemos hacer por aquellas personas que no cumplen estos rasgos?

-De eso trata el libro, de comprender por qué a veces abandonamos, por qué a veces nos cuesta creer que somos capaces y ni siquiera lo llegamos a intentar. El libro intenta buscar respuestas a por qué a veces cuando queremos hacer algo no lo hacemos.


-Su libro está plagado de explicaciones sobre temas bien conocidos como el perdón, afrontar los miedos o arriesgarse. ¿Dónde está la originalidad?

-Todo el mundo se sorprende de que tiene que hacer deberes. Al final de cada capítulo hay una serie de preguntas que obligan a reflexionar. No te está vendiendo una respuesta. Te ayuda a que tú encuentres tu propia respuesta. Este libro no vale con leerlo y que te vaya a juego con el color de la estantería, es un libro para aplicar, hacer deberes en lo que te ayudará a ir desde donde estás hasta donde quieres ir. A veces nos quedamos en las explicaciones y lo que cuenta es pasar a la acción.


-¿Qué hábitos tiene la sociedad que obstruyen la superación personal de las personas?

-Lo más problemático es la creencia de que la vida tiene que ser fácil y sin problemas. De que alguien me tiene que rescatar, de que la culpa es siempre de los demás. Se vende la felicidad y el éxito como algo fácil y sin esfuerzo y si no lo logras pareces un fracasado. Hay una exaltación de la positividad. La gente va aparentando a veces ser lo que no es. Creo que hace falta profundizar en las cosas con más seriedad para quitarse esas percepciones.


-¿Es más duro para los jóvenes?

-Las generaciones más jóvenes tienen mucha menos capacidad para manejar la frustración que las anteriores. Las generaciones anteriores han sufrido más, pero por cosas reales, no por no tener el último móvil. La sociedad te hace sentir que si no logras una serie de cosas no eres bastante por lo que nunca llegas, siempre se está creando una necesidad nueva, algo más que tienes que añadir en la lista para sentirte completo.


-En esto están muy presentes las redes sociales, a las que nombra 'los ladrones del tiempo'

-El mayor problema es la falta de congruencia entre el mundo real y el mundo virtual donde mucha gente televisa su vida y trata de sonreír a todas horas para demostrar la buena vida que tienen, y luego en día a día ocurre que, engañen a quien engañen, se van a la cama y están solos consigo mismos y con sus propias emociones. Las personas auténticas no tienen que estar fingiendo ni aparentando otras cosas.


-¿Replantearía la educación?

-Lo cambiaría todo. La educación no debe estar totalmente enfocada en memorizar datos sino a formar a seres humanos con calidad humana, que tengan confianza en sí mismos, capaces de mejorar su autoestima y que tengan la confianza de enfrentarse a distintas situaciones. Desarrollar personas que piensen más en compartir y no en competir.


-¿Algún mensaje para escépticos?

-Yo no tengo que convencer a nadie de nada. A mí no me vale la autoayuda barata. Cuando yo estaba al borde del abismo si alguien me dice cuatro frases bonitas y se cree que con eso es suficiente, eso es basura. Hablo sobre la superación personal no sobre frases bonitas porque a mí no me han valido cuando estaba en las alcantarillas de la vida. Sé que la mayoría de la gente que a veces huye de la autoayuda es la que más lo necesita.


-¿Satisfacciones?

-Las satisfacciones más grandes siempre vienen de los mensajes. Cuando ves a personas que no creían y de repente les brillan los ojos, cuando ves los cambios en la gente y ves que eres capaz de iluminar un poco la vida de otros.

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