Un actor de raíces profundas

Carmelo Gómez abrió su corazón y compartió sus ideas en el ciclo ‘Charlas con valor’.

Carmelo Gómez charló de forma distendida con Mari Cruz Soriano sobre su vida y su trayectoria profesional.
Carmelo Gómez charló de forma distendida con Mari Cruz Soriano sobre su vida y su trayectoria profesional.
Aránzazu Navarro

El actor Carmelo Gómez se despide este fin de semana de Zaragoza tras dejar el regusto agradable de su presencia imponente sobre el escenario del Principal. Él, faro de una versión muy especial del alcalde de Zalamea, dice hasta pronto, aunque no tardará en volver. Lo anunció el martes, junto a la periodista Mari Cruz Soriano, en las ‘Charlas con valor’ que patrocinan Telefónica y Caixabank.


En su día de descanso se mostró dispuesto a abrir su corazón y a compartir algunas ideas. Lo hizo ante un público muy heterogéneo. Entre otros le escucharon Pilar Sancerni, de Telefónica, y Elena Martín, de Caixabank; las hermanas Blanca y Verónica Villarroya, de Industrias Químicas del Ebro; la poeta Carolina Millán; Arcadio Muñoz, alcalde de Aldehuela de Liestos; las artistas Corita Viamonte y Conchita de Castro, y Carmen Corral, de la Asociación para la Defensa y Prevención de la Crueldad contra los Animales.


La conversación le llevó a Carmelo Gómez a recordar que sus raíces siguen estando en León, donde cree que regresará a trabajar en el campo, "como hice durante mucho tiempo". Cuando ese día llegue, tal vez se suba al tractor que él y su hermano le han comprado a su padre. "A sus 84 años estaba empeñado, así que no nos ha quedado más remedio, pero lo bueno es que ahora son todo botones y no sabe utilizarlo", comentó entre las risas del público.


A su padre se refirió unas cuantas veces porque nunca entendió su decisión de ser actor. Eso provocó distanciamientos y reencuentros en los que intermedió su madre. En uno de ellos, relató, "unas Navidades me preguntó: ‘‘¿Y ahora, qué haces? Voy a hacer una película que se llama ‘Días contados’’", le contesté. Y de qué trata, insistió". "Bueno, pues interpreto a un etarra que se enamora de una yonki…". Lo siguiente que escuchó fue una frase lapidaria: "A ti te dan lo que no quiere nadie".


El actor explicó que en su genética de artista tuvo mucho que ver su madre, "que era muy fantasiosa". También recordó sus inicios en el teatro en Salamanca y esa ‘Regenta’ que le mostró como el actor torturado y contenido que tanta huella ha dejado. "Ya en Madrid tuve la suerte de encontrarme en le Escuela de Arte Dramático con Miguel Narros, que me enseñó mucho", aunque el debut en el cine de la mano de Fernando Fernán Gómez tampoco fue una mala escuela. Pero del cine, insistió, se ha olvidado. Lo tiene muy claro: "Quiero que haya poesía en el cine, que es algo que nos entronca con nuestra esencia y lugar en el mundo. Y si el cine no es para eso y solo es para entretener, no me interesa".

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión