Adiós al popular mural del Festival Asalto que Boa Mistura pintó en la plaza del Pilar
Lo efímero está en el ADN del arte urbano, y las obras de un nuevo edificio obligan a despedirse también de otras dos obras.
"Nos estábamos malacostumbrando", reflexiona Alfredo Martínez, uno de los organizadores del Festival Asalto de Arte Urbano de Zaragoza. "El parón en la construcción que supuso la crisis ha hecho que obras pensadas para ser efímeras hayan durado cinco o o seis años", explica.
En ese tiempo, algunos de los murales han pasado a formar parte ya del paisaje sentimental y cotidiano de los zaragozanos, como ese Porque sueño no estoy loco que Boa Mistura, uno de los grupos de arte urbano más importantes de España, dejó en la plaza del Pilar, delante del Gobierno Civil.
Ahora, la construcción de un nuevo edificio en el solar cercano (entre la calle Santiago y la de Espoz y Mina)obligará a decir adiós a esta obra, así como a otro mural de Seher y al de la efigie goyesca que anuncia el vecino Museo Goya Colección Ibercaja, que dejarán de verse. Las obras de demolición del mural están pensadas para el 22 de febrero. En Asalto, la situación les sirve para valorar "todo este tiempo que hemos ganado" y para "llorar su pérdida dándole más valor".Ajustes para próximas entregas
También, para comenzar a plantearse ciertos ajustes en próximas entregas de su festival, que se alejarían de los muros para sumergirse en nuevas formas de concebir el arte urbano, que resultan, a la par, más interactivas para el espectador y un reto mayor para los artistas. "Tenemos que crear nuevas oportunidades para repensar el arte urbano, plantear nuevas superficies, volver a sorprender con nuevos formatos y lenguajes", explica Alfredo Martínez.
La deportividad con la que el Asalto se toma estas pérdidas, que son parte de su ADN, se demostró ayer en Twitter. En la red social, la cuenta del Festival Asalto planteó a la firma de arquitectos responsables del proyecto, Ingennus, la posibilidad de hacer una "acción de despedida". A la idea, Ingennus contestó: "Claro que hay tiempo. ¿Qué proponéis? Tenemos hasta el 21-2 para una despedida". El guante está lanzado...
