"Es con una profunda tristeza que escribo, en nombre de la familia Masur y de la Filarmónica de Nueva York, que Kurt Masur ha fallecido", señaló en un comunicado el presidente de la orquesta,
Durante los once años al frente de esa orquesta -uno de los más largos de la historia de esa filarmónica- "estableció un estándar y dejó un legado que perdura hasta hoy", agregó VanBesien.
El director, que será enterrado en la intimidad aunque más adelante se celebrará un memorial público, estaba casado, tenía cinco hijos y nueve nietos, a los que la Orquesta Filarmónica expresó, a través de VanBesien,
"su pésame".
"Nuestro recuerdo más vívido de Masur es su profunda fe en la música como expresión del humanismo", indicó el presidente de la orquesta, quien aseguró que lo sintieron "poderosamente" durante el funeral celebrado por las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
En aquella ocasión, Masur dirigió a la Filarmónica en "Un réquiem alemán" de Johannes Brahms y músicos de la Orquesta ofrecieron conciertos de cámara gratuitos en los alrededores de la "zona cero".
"Hoy los neoyorquinos aún experimentan este signo humanista a través del
Free Memorial Day Concert, que Masur creó", recuerda la nota.
El actual director de la orquesta,
Alan Gilbert, señaló que los años de Masur al frente de la Filarmónica representaron "una de sus épocas doradas, en la que la realización de música se unía al compromiso y la devoción, con la convicción en el poder de la música para hacer que la Humanidad estuviera más unida".
"Las dimensiones ética y moral que él (Masur) puso en su forma de dirigir aún se pueden palpar cuando los músicos tocan", agregó Gilbert, quien aseguró que siempre le estará agradecido por el apoyo que le prestó en sus inicios cuando aún era estudiante.
Masur, quien
anunció en octubre de 2012 que estaba aquejado de parkinson aunque siguió dirigiendo varios años, estudió piano y violonchelo en Breslau y composición y dirección musical en el Conservatorio de Leipzig, aunque su inclinación hacia el piano se frustró por una fractura en un dedo.
Su trayectoria profesional comenzó como
director de orquesta del Teatro de Halle (1948) y como maestro de Capilla del Teatro de la Opera de Erfurt.
En 1955 tomó su primera batuta al frente de la Orquesta Filarmónica de Dresde, institución que dirigió en dos periodos diferentes (1955-58 y 1967-72), experiencia que le permitió convertirse en director principal de Música de la
Ópera Cómica de Berlín (1960-64).
Masur desempeñó un papel clave en la
revolución pacífica de otoño de 1989 que propició la caída del muro de Berlín y del régimen comunista de la RDA.
En 1990 fue nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Nueva York en sustitución de Zubin Mehta y durante su gestión se emprendieron iniciativas como la vuelta de las emisiones radiofónicas en directo y la creación del sello de grabación "New York Philharmonic Special Editions".
A lo largo de su carrera
grabó más de cien álbumes, entre los que se incluyen las sinfonías de Beethoven o el Paulus de Mendelssohn, además de gozar de gran reputación como intérprete de composiciones románticas.