"Pilar Bayona tenía un gran repertorio, memoria y facilidad, y era intuitiva"

Antonio Bayona y Julián Gómez. Autores del libro 'Pilar Bayona. Biografía de una pianista' (PUZ).

Pilar Bayona
Pilar Bayona

Antonio Bayona y Julián Gómez son los responsables del archivo Pilar Bayona y acaban de publicar una biografía de la pianista que nació en 1897 y murió 1979 en Zaragoza, que se presenta esta tarde, a las 19.30, en la sala Pilar Sinués del Paraninfo.


A mediados de los 90 recibieron el Archivo Pilar Bayona: ¿cómo estaba y qué contenía?

En 1996 muere Carmen Bayona y heredamos el legado familiar. Contenía programas, prensa (críticas y artículos), partituras, fotografías, correspondencia, carteles, dibujos, retratos, títulos, etc. Esta parte documental se quedó al cuidado nuestro (Antonio y Julián). Excepto las críticas y artículos, que especialmente Carmen tenía conservados y pegados en álbumes, el resto eran lotes que hubo que ordenar y organizar. Obviamente había objetos y muebles que se repartieron entre los tres sobrinos: retratos de Pilar, de antepasados, obra plástica y objetos varios. Esa parte sigue repartida por lo cual algunos retratos son propiedad particular de los otros dos hermanos y no están en el Archivo.


¿Qué han querido hacer con su biografía, por qué esa novedad de construir una cronología extendida?

Nuestro intento no contemplaba "estilo" en un principio. Queríamos hacer una biografía seria, veraz y con rigor, y al final ese rigor se manifiesta quizá más en la cronología, que en vez de ocultarla, hemos querido que sirva de guía. Queremos que el libro sirva de consulta para los músicos e investigadores, que se pueda saber cuándo y dónde sucedió algo de su vida, un estreno, un concierto, seguir su repertorio y ampliación de autores, eso sí, rodeado esta vez de su familia, amigos, relaciones, diversiones, etc., que definen su transitar por las 3/4 primeras partes del siglo XX


¿Poseía esa memoria prodigiosa que tantas veces se dice?

Sí poseía esa memoria prodigiosa para lo musical. Realmente sus dotes para la música fueron claras desde un principio. Su inquietud le llevaba a leer y estudiar toda obra pianística que se pusiera a su alcance, y más tarde tenía la facilidad de retener en la memoria (de la cabeza y de los dedos) todo. Obviamente la obra de los clásicos la conocía toda, aunque en caso de concierto estudiara más concretamente pasajes o partes complicadas, o difíciles de mantener en la memoria (como la obra de Esplá, que ella tocaba mucho y es particularmente difícil de memorizar). Recordemos que ella misma decía que, por ejemplo en 1936 en su estancia en Madrid, se pasaba la tarde tocando y tocaba todo lo que le pedían. Lo mismo sucedía en sus veladas en casa de Urgoiti, y después de sus conciertos, si la ocasión se daba.


¿Cuánto le podía costar asimilar y aprender un programa?

No podemos contestar lo que le costaba preparar un programa, pues posiblemente en él introducía cosas ya sabidas con otras más recientes o nuevas.


¿Cómo podemos evaluar su primera época, hasta que va a Madrid, qué hechos merecen destacarse?

Aunque era muy niña o joven, su primera época quizá pueda evaluarse como de aprendizaje y estudio, de obediencia a los hermanos Sirvent, sus profesores, pero también de apertura ante toda ocasión que se le brindaba: Tomás Bretón, Usandizaga, Fernández Arbós, Ricardo Villa, le proporcionaron ocasiones de tocar en Madrid, San Sebastián, etc. Como ya se sabe fueron los Hermanos Sirvent, primero don José (pedagogo y músico) y luego Ángeles, que era más pianista, los únicos profesores que tuvo. No fue a ningún conservatorio o academia.


¿Por qué ejerció tanta fascinación sobre tantos hombres?

Era una mujer que no se presentaba como las otras. De entrada era una profesional reconocida, su trato con músicos varones era abierto y de igual a igual. No cabe duda que su físico era atractivo era cuidadosa con su estética y tenía también cierto magnetismo y tenía una mirada clara y penetrante. No podemos hablar directamente de la primera mitad de su vida, pero de los años sesenta en adelante era una mujer abierta, simpática, activa, pero también directa, “y no toleraba la mezquindad ni la estulticia” como escribía Luis Horno.



Más allá del mito y de los lugares comunes, ¿quiénes de verdad perdieron la cabeza por ella? Algunos le propusieron matrimonio.

Documentalmente se sabe del amor nunca declarado a ella de Luis Buñuel, de la proposición de noviazgo de José Camón Aznar, y del impetuoso enamoramiento de Ernesto Quesada (director de casa Daniel). Por supuesto, también su novio Manuel Casanova, que fue director de HERALDO. Según su prima de México, Concha de la Torre Bayona, el escritor y artista Luis GarcíaAbrines llegó a proponerle matrimonio, pero no hemos encontrado documento o carta con alguna referencia. Luis la adoró, pero por su diferencia de edad puede que no llegara a proponerle algo, ni creemos que Pilar pensara en él como un enamorado o pretendiente.


¿Cómo son sus epistolarios con sus enamorados?

No se conserva borrador o copia de las respuestas de Pilar a las cartas de los enamorados. El enamoramiento de Luis Buñuel se conoce por sus propias declaraciones a Max Aub; la carta de Camón es un prodigio de fineza, elegancia y educación, y las de Ernesto Quesada en 1915 son una declaración pasional de enamoramiento, incluyendo proposición matrimonial. En sus segundas o terceras cartas Quesada ya ha recibido lo que debió ser una clara negativa, y se resiente de ello y se retira. Hay una correspondencia muy íntima y personal de Carlos Baena, violonchelista, en la que se aprecia intimidad con Pilar, pero no hay obviedad de sentimientos amorosos. Más equívoca es la correspondencia de Bernardino Gálvez Bellido, también violonchelista, en la que hay distanciamientos temporales y frases más confusas.


¿Cómo fueron sus giras por Alemania? ¿Dio ahí la medida de su ambición?

Fueron un hito, pero no creemos que para su carrera. Vistos ahora son claramente la demostración de un camino personal, un interés por enseñar la última música española, a pesar de una posible pérdida de éxito. Por otra parte, el viaje para ella fue una gran ocasión, conectó con varios músicos, y sabemos que lo pasó muy bien.


¿Qué tipo de pianista fue Pilar Bayona, a quién la podríamos comparar?

Creemos, y coincidimos con ello, que ella estaría más o menos de acuerdo si la comparamos con Arthur Rubinstein. Era una pianista de gran técnica que parecía no esforzarse, y de una interpretación sentida y acorde con cada autor, pero poco gestual en el escenario. Pilar tenía un gran repertorio, memoria y facilidad, y era muy intuitiva. Prevalecía su interpretación, su idea de la obra, sobre el cuidado o dificultad . Pueyo era un gran pianista, estudioso, analítico y concienzudo en su interpretación, y un gran maestro y profesor. Galve era un pianista elegante, ágil, limpio, quizá con menos repertorio.


¿Cómo podríamos definir el repertorio de Pilar Bayona?

El repertorio de Pilar estaba basado en la interpretación de los grandes, mezclada con todas las novedades que le gustaban. Dio a conocer la música francesa y la española de su época, en cierto modo continuadora de la labor de Ricardo Viñes.


¿Qué relación tuvo con García Lorca?

Hemos buscado mucho, pero parece ser que no se conocieron en persona hasta 1936, aunque Federico frecuentaba los mismos ámbitos y amigos que Pilar (Salazar y Sánchez Ventura, por ejemplo). Era también amigo de José Ignacio Mantecón y Concha de la Torre, prima de Pilar, y parece raro no coincidieran en algún sitio. Por los recuerdos y comentarios de Pilar, en esa estancia de unos meses en Madrid en 1936, debieron verse con frecuencia. La dedicatoria de 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías' demuestra que Lorca la conocía ya bastante, al menos como pianista, y los textos que se conservan de aquella época informan de una costumbre habitual de acudir a la Residencia a escucharla, y solicitarle distintas interpretaciones, entre ellas alguna de Federico. Pilar también comentaba el atractivo, capacidad de emoción, viveza, del trato del poeta. Se conoce también la asistencia de ambos a conciertos.


¿Qué significaron para ella los viajes a Marruecos en la posguerra?

Creemos que los hacía con bastante placer. Llegó a hacer amistad con los directivos de las sociedades musicales y dio recitales muy interesantes, incluyendo conciertos con orquesta. Tenía también el aliciente de encontrarse con su amiga Julia Echenique, su marido el General Galera, y sus hijos que eran casi sobrinos para ella.


¿Por qué se conformó, en los últimos tiempos, en ser esencialmente una pianista zaragozana? ¿Le faltó vuelo, ambición?

Quizá. A ella le importaba su música, seguir tocando (como le decía a Horno en 1947), y se encontraba cómoda viviendo en su ciudad, con su hermana, en contacto con su familia y amigos. Aunque nosotros mismos titulamos su última década 'Siempre en Zaragoza' hay que aclarar que lo decimos en ese sentido de fidelidad a su tierra, pero no porque no siguiera con sus giras, a pesar de la edad, pues desde 1970 hasta 1979, cuando fallece, ofreció conciertos en 28 ciudades distintas, sin contar repeticiones.


¿Qué es lo mejor que interpretaba?

Debussy, Ravel, Franck, Albéniz, Falla, Esplá... sin olvidar su Schumann, Brahms y muchos otros

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