'De silencio y luz'

Uno de los poemas de la última obra de Miguel Ángel Yuste.

LOS rítmicos compases de la música


–densa nocturnidad de jazz ahumado–


golpeaban los últimos minutos.


Apurabas momentos de gin tonic


frente a pieles morenas


moviéndose en infiernos de sudor.


Él bebía en tus ojos,


lunas del cielo negro de la barra,


a punto de rasgar con su deseo


tu vientre enfebrecido.


Pero de nuevo, envuelta por la noche


dijiste no, y huiste de ti misma.


Tal vez el miedo al sol del nuevo día


paralizó el instinto.


El centinela lienzo de lo oscuro


escoltó tu regreso por las calles desiertas.


Después, entre las sábanas marinas


exploraste, otra vez en la ebriedad,


el húmedo vacío de tus playas.