Este domingo a las 18.30, en el salón de actos de la Estación del Norte, la Asociación Cultural Royo del Rabal ofrecerá un festival en el que mostrará la tradición del dance del Rabal, recuperado por esta asociación en 1998, con las mudanzas antiguas del baile y su evolución con la creación de nuevas coreografías.

Así, además de los pasos originarios de esta tradición, la agrupación interpretará las que ha ido incorporando, como el palo de cintas, de espadas y broqueles, y las de creación más reciente, como son la Jota 'pa'palotear' y la Sabina, cuya música de acompañamiento ha sido cedida por Pepín Banzo, quien participará con sus instrumentos musicales en el espectáculo, acompañando a los músicos habituales del dance del Rabal.

Además de la Sección de Dance del Rabal y Bailes Populares de la asociación, también actuará su sección infantil, formada principalmente por alumnos del CP Tío Jorge.

"Lo que queremos es difundir el dance y que se vea que no está muerto. Lo recuperamos para el Arrabal en el 98 pero hemos ido conjugando lo tradicional y lo nuevo ininterrumpidamente durante 15 años", explica Francisco Castillo González, presidente de la asociación, quien subraya que las últimas piezas que han incorporado se caracterizan por "ser muy ágiles y briosas, además de que la música es preciosa".

La investigación y difusión del folclore tradicional en el barrio es uno de los principales objetivos de esta entidad cultural que este año cumple 25 años de actividad. "El dance del Rabal tiene una gran tradición", destaca Castillo. "A diferencia de otros bailes de Aragón, que representan la lucha entre el bien y el mal o moros contra cristianos, el dance se baila con la vestimenta de diario de los agricultores que lo bailaban. Y el día de la fiesta, en San Gregorio, es cuando se mudaban e iban más arreglados", explica.

La Asociación Cultural Royo del Rabal implica, entre socios y alumnos, a cerca de 350 personas. Además de la sección de baile y dances populares, realiza actividades de ocio y dibujo, y también cuenta con una sección de indumentaria tradicional en la que se enseña e investiga sobre el traje tradicional. "Se han caracterizado por su rigor y por la gran aceptación que han tenido. Muchas alumnas que vinieron a aprender han terminado dando clase y formando", comenta el presidente, quien estima que en estos 25 años de vida de la asociación cultural, se han podido confeccionar y reponer unas 15.000 piezas de prendas de vestir y calzado, postizos, complementos para el cabello y piezas de joyería de todo tipo.