Juan Marsé: "Toda novela está basada en hechos reales"

El escritor barcelonés presentaba su última novela 'Noticias felices en aviones de papel'.

El escritor barcelonés Juan Marsé, premio Cervantes 2008, es uno de los firmantes del manifiesto.
Juan Marsé: "Toda novela está basada en hechos reales"
Efe

El escritor barcelonés Juan Marsé ha dicho en la presentación de su última obra, la novela breve 'Noticias felices en aviones de papel', que "toda novela está basada en hechos reales".


Marsé, que ha participado en la librería barcelonesa +Bernat en una conversación con el también escritor Enrique Vila-Matas a propósito de su nuevo libro, con el que rompió tres años de silencio, ha comentado que le interesan las novelas basadas en hechos reales, pero no entiende el énfasis que se pone en esta circunstancia.


"Toda novela está basada en hechos reales, pero qué más me da, porque doy por supuesto que toda obra de ficción, por muy fantástica que sea, tiene una raíz en la realidad", ha dicho Marsé.


Y ha añadido: "La única realidad es la que transmite una novela, y, de hecho, si algo quedará en el futuro de lo que hacemos será la parte inventada, si algo tendrá belleza será esa parte inventada".


Para Vila-Matas, 'Noticias felices en aviones de papel' (Lumen) es "una obra maestra" y "un libro indiscutiblemente incontable, porque supondría deshacer el encanto de la narración".


Vila-Matas ha explicado que se trata de "un relato situado una vez más en el barrio de Gràcia, al menos en el barrio mental que Marsé tiene en su cabeza".

Subraya Marsé que la primera parte del libro va preparando al lector para encarar la segunda parte y a su vez ésta le lleva a una tercera en que se produce el desenlace final.


Para Vila-Matas, es "algo más que un final de tipo fantástico, es la conexión de este libro con su obra entera".


Preguntado sobre el desencadenante de la novela, Marsé ha apuntado que jugaron varios factores, el primero de ellos "un viaje a Varsovia hecho como unos 20 años antes para ver si quedaba alguna cosa del gueto judío y efectivamente se conservaba una calle polvorienta, silenciosa que me impresionó mucho".

Aquella experiencia se mezcló, continúa, con "una vieja idea que tenía para un cuento de una fugitiva del gueto de Varsovia que llegaba a Barcelona y se buscaba la vida".


Finalmente, intervino una "especie de chiste" que tiene que ver con un viaje a Cuba con Andrés Trapiello, Juan José Armas Marcelo y Luis Racionero, a quien en un momento dado un policía cubano convirtió su apellido en Raciocinio, el mismo que tiene el padre del niño protagonista.


"Noticias felices en aviones de papel" se convirtió en una novela corta sin preverlo, confiesa Marsé, porque "tenía intención de escribir un cuento de unas veinte páginas".


El tiempo de la novela es la década de los 80, pero, como dice Vila-Matas, el tiempo parece inmóvil o a veces no existe.


"Me parecía interesante esa ambigüedad del tiempo pasado y presente, porque quería aproximar al lector de forma paulatina, dando pistas de forma calculada para que el lector no se sienta agraviado en el sentido de la realidad que tiene toda narración, una realidad entre comillas siempre", anota Marsé.


Acepta Marsé que el final de su novela pueda ser equiparado al final de la película "El Resplandor", "quizá por ese mundo espectral y remoto, que no está ni en el barrio de Gracia ni en los años 80".


A preguntas del público, Marsé se ha referido tangencialmente a la muerte del editor José Manuel Lara Bosch: "Con todos los respetos, creo que puede preocupar más al mundo empresarial que al editorial".