María Frisa: “Si en las diez primeras páginas no se han reído, es mejor no seguir”

'Cómo sobreviví a la madre de Pavlito (con uve)' refleja la vida cotidiana de cualquier familia, pero con grandes dosis de humor.

La escritora María Frisa junto a su libro 'Cómo sobreviví a la madre de Pavlito (con uve)'
María Frisa: “Si en las diez primeras páginas no se han reído, es mejor no seguir”
Laura Uranga

María Frisa vuelve a la literatura para adultos después de varios años dando 'consejos' a los más pequeños. Esta escritora catalana, pero de adopción aragonesa, lleva quince años sorprendiendo a sus lectores con diversos géneros. En esta ocasión se adentra en el mundo del humor y la crítica social. 'Como sobreviví a la madre de Pavlito (con uve)' narra la historia de María: un trabajo con una jefa un tanto peculiar, algunos kilos de más, una hija adolescente, un marido cuyo objeto más preciado es un GPS y un hijo pequeño, que se ha convertido en el mejor amigo de Pavlito, el hijo perfecto de la 'super mamá'. Delgada, guapa, bien peinada, presidenta del AMPA y con una familia perfecta. Así es la madre de Pavlito.


-¿Cómo se le ocurrió escribir 'Cómo sobreviví a la madre de Pavlito'?

-El germen de este libro viene de un viaje que hice con mi hija a Berlín. Estábamos en un museo, viendo el típico cuadro de Rubens y le dije: “¡Qué pena no vivir en aquella época porque con mis kilos hubiera sido una 'top model'!”, a lo que mi hija me contestó: “No mamá, con lo vieja que eres si hubieras vivido en esa época ya estarías muerta”. En el fondo es totalmente cierto, pero por otro lado tiene su gracia. Así que fui a comprarme una libreta y empecé a apuntar todas estas situaciones que vivía en mi día a día.


-¿Todo lo que le ocurre a María le ha pasado a usted?

-Qué va, sí que es verdad que me pasan cosas continuamente, de hecho, mis amigas se ríen porque dicen que soy la persona a la que más cosas le ocurren. Sin embargo, para escribir este libro también me he inspirado en todas las amigas y conocidas que me cuentan sus vivencias. En concreto, en todo el libro, solamente hay dos anécdotas mías.


-Se basa mucho en la vida cotidiana...

-Sí, esa era la intención. Primero creé a María, que aunque se llame como yo y tenga un marido y unos hijos con el mismo nombre que los míos, no es autobiográfica, puesto que la mayor parte es ficción, y posteriormente al resto de personajes. Para contar su historia decidí partir de la vida real y luego he ido creando esperpentos, buscando el lado más absurdo de cosas. Lo mejor es que aunque a María le ocurra de todo, verdaderamente te puedes creer que le pasen estas cosas, como por ejemplo las excusas de no estar gorda: “retención de líquidos, la regla...”.


-Una regla que puede ser eterna.

-Sí, si, para la protagonista la regla puede llegar a ocupar todo el mes: que si me va a venir, que estoy con ella, que se me acaba de ir... ¡una excusa perfecta!


-Excusas que quizá la madre de Pavlito no necesita.

-La madre de Pavlito es el contrapunto a María, con ella me refiero a las mujeres superperfectas: delgadas, bien peinadas, con la casa impoluta, los niños como un pincel, que sacan las mejores notas, el matrimonio perfecto... Aunque según va avanzando el libro ya se va viendo que tanta perfección es imposible...


-Y en su vida personal, ¿con cuántas madres de Pavlito ha tenido que lidiar en el colegio?

-Lo cierto es que con ninguna. La decisión de poner a esta antagonista se le ocurrió a la editora, puesto que ella tiene niños más pequeños y sí que ha tenido que lidiar con alguna.


-En estos últimos años se ha centrado en la literatura juvenil, ¿cómo ha sido el cambio de volver a hacer libros para adultos?

-La transición no ha sido tan grande como uno se puede imaginar porque la intención era seguir manteniendo el sentido de humor que había utilizado en los textos para adolescentes. En el fondo, lo que he hecho ha sido cambiar la perspectiva desde la que se ven las situaciones, pasándola de la hija a la madre. Sin embargo, sí que he notado cambios en la libertad para escribir, he utilizado flashback, pequeños consejos, etc.


-Los consejos de hecho han sido los grandes protagonistas de sus anteriores libros, ¿son útiles?

-En los que doy a los niños casi ninguno es útil, pero es que en esta ocasión ninguno lo es. Sin embargo, hay uno que define a la perfección el libro: “Jamás te creas que los trabajos del cole los hacen los niños sin ayuda. De hecho los trabajos los mandan únicamente para que los padres podamos lucirnos”. Aquí se junta la ironía con la crítica social porque verdaderamente los padres se creen que es para que ellos se luzcan y no dejan que sus hijos hagan nada.


-'Cómo sobreviví a la madre de Pavlito' está contando desde el punto de vista de María, pero realmente ¿para quién va dirigido este libro?

-Está más enfocado a los padres porque si tienes hijos te sientes muy identificado con todas las cosas que lees en él, como por ejemplo, “los temores ancestrales de una madre prudente”. Así denomina María a las cosas que una madre se ve en la obligación de hacer con su hijo: llevarlo a la guardería, natación... No obstante, cuando tienes el segundo hijo te relajas y todo es bastante diferente.


-¿Está más orientado a madres o padres?

-Creo que se van a reír por igual. Eso sí, es un libro para gente con sentido del humor. Si en las primeras diez páginas no te has reído, no tiene sentido que sigas leyendo porque no vas a entenderlo. Es un libro de humor pero además tiene una gran carga de crítica.


-¿Cree que sus lectores juveniles pueden llegar a leerlo?

-Este libro es imposible que se lo lean niños de doce y trece años ya que no lo van a entender. Lo que espero es que aquellos a los que les gusta mi literatura se lo regalen a sus padres, que así estarán de mejor humor y los castigaran menos. Sin embargo, el caso contrario sí que me ha ocurrido con la serie '75 consejos'. Están enfocados para los niños, pero luego a los padres también les gustan porque se acuerdan tanto de cuando eran pequeños como de cosas que hacen ahora siendo padres. Hay una doble identificación.


-Después de haber ganado más de 80 premios, ¿sigue teniendo miedo a la crítica?

-El miedo a gustar o no gustar es inherente a la profesión. El día en que lo pierdes tienes que dejarlo.


-¿Hay algún género que todavía no ha tocado?

-Los primeros libros que escribí eran muy intimistas, luego probé con la novela negra, más tarde los juveniles y ahora el humor. La verdad es que le pego a todo.


-¿Con qué va a continuar?

-Después de este me gustaría volver a escribir novelas negras y más intimistas, pero no sé si público aceptará estos cambios porque cuando te gusta un autor esperas que se mantenga más o menos en un género.


-¿Y su futuro más inmediato?

-En mayo vuelvo con '75 consejos para sobrevivir a los exámenes', la serie continúa.


El libro se encuentra en las librerías desde esta semana y la autora hará la presentación oficial el próximo miércoles 21 en Bantierra.