Cultura

Eduardo Lago estrena Malpaso ediciones

El premio Nadal de 2006 presenta esta tarde en Los Portadores de Sueños su novela ?Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee?.

Eduardo Lago
Eduardo Lago estrena Malpaso ediciones
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Malcolm Otero Barral lleva la edición en vena. La edición y tal vez el espíritu aventurero e indómito de su abuelo Carlos Barral. Es un andariego de la industria. Ha estado en Destino, en RBA, ha tenido sello propio en Barril y Barral, y ahora con Julián Viñuales –otro editor de fondo: ahí están sus años en Gobal Rhythm y Papel de Liar- crea Malpaso ediciones, que se estrena con una novela puzle, o una novela collage, que se sigue muy bien: ‘Siempre supe que volvería a verte, Aurora Lee’ de Eduardo Lago (Madrid, 1954).


Lago es un escritor, traductor (Henry James, Sylvia Plath, John Barth...) y crítico literario que lleva un cuarto de siglo en Estados Unidos y que ha firmado en distintos medios reportajes y entrevistas con autores como Philip Roth, Don de Lillo, Auster, Rushdie o Norman Mailer, y es autor de un libro de ensayos, ‘El íncubo de lo imposible’, donde analizaba las traducciones de James Joyce al castellano. Eduardo Lago es un letraherido pertinaz: tardó en publicar sus primeros textos de ficción, pero cuando lo hizo empezó a lo grande con ‘Llámame Brooklyn’ (Premio Nadal y Premio de la Crítica, 2006); luego publicaría el volumen de relatos ‘Ladrón de Mapas’ (Destino, 2009). Lago rezuma literatura por todos los poros. Es un apasionado, un curioso y probablemente un sabio de letras.


Esta novela, que se presenta hoy en Los Portadores con el escritor Ismael Grasa y el editor Malcolm Otero Barral, es un ejemplo: tiene mucho de juego literario, de especulación y quizá de parodia. Narra la historia de un ‘negro’ o un escritor fantasma llamado Marlowe que recibe un doble encargo: Benjamin Hallux le pide que explique las claves de la novela póstuma, definida como “un texto abortado”, de Nabokov, ‘El original de Laura’, y a la vez debe redactar la fascinante vida de Arthur Laughton, una petición de su esposa, cuyo perfume desarma a cualquiera. El libro, variado, sutil, arrollador en su ritmo, es un homenaje a Vladimir Nabokov y a los poderes de la ficción. Está lleno de sorpresas, de escenarios, de personajes fascinantes y enigmáticos, de diálogos chispeantes y de acción a pesar de ser uno de esos libros rebosantes de metaliteratura.