Patrimonio Aragonés

Las incautaciones llenan el Museo de Zaragoza de restos que no pueden ser expuestos

Los almacenes y pasillos del Museo de Zaragoza están llenos de objetos incautados que, en muchos casos, no podrán ser ni expuestos ni restaurados.

Pieza encontrada por la Guardia Civil en Illueca
Pieza encontrada por la Guardia Civil en Illueca

El pasado 18 de mayo se inauguró en el Museo Provincial de Zaragoza la muestra 'El aliento de los dioses'. Más de cincuenta piezas encontradas en la provincia de Zaragoza, que recorren el vasto espacio comprendido desde hace más de 23.000 años hasta el siglo I antes de Cristo y que suponen "un intento por acercar a la gente un tema tan ambiguo como la relación que tenían los antiguos con sus creencias", explica Isidro Aguilera, coordinador de la exposición.


Los ídolos, utensilios, y símbolos expuestos en las vitrinas de la exposición son en su gran mayoría piezas nunca antes mostradas al público, y que han sido sacadas del depósito del museo para enseñar cómo se "enfrentaban los antepasados al más allá", algo que según el director de la exposición, "no se ha tratado demasiado debido a la falta de objetos".


Mientras, dos pisos por encima de las salas de la recién inaugurada muestra, cientos de restos y objetos arqueológicos de valor diverso esperan a que una resolución judicial, o un último veredicto sobre su procedencia les permita cambiar las cajas y armarios en los que se guardan por una vitrina con luz y público.


Estos objetos intocables para la organización del museo proceden de incautaciones depositadas en el centro que han sido resueltas por las Justicia a favor del presunto expoliador, pero que tras los trámites y problemas ocasionados, prefieren no reclamar lo que los juzgados han determinado que les pertenece. "Tenemos muchos objetos aquí que no son propiedad de la DGA, y por lo tanto, no podemos ni exponerlos, y ni siquiera recuperarlos o tratar de restaurarlos si han sufrido desperfectos", dice Isidro Aguilera, que lamenta la facilidad con la que muchos expoliadores "detector de metales en mano" pueden eludir a la justicia.

Patrimonio recuperado

En lo que llevamos de año, solo en la provincia de Zaragoza han tenido lugar dos grandes incautaciones de restos arqueológicos. En febrero se recuperaban 4.000 piezas de origen celtíbero y romano en su mayoría que habían sido acumuladas por un vecino de Illueca. Después, la semana pasada, se descubría multitud de restos visigodos en una nave de La Muela.


"No creo que se haya acrecentado el número de incautaciones en este año por algo en concreto", comenta Aguilera, que asegura que esto suele ocurrir por "oleadas", debido a que los restos se descubren a través de hilos que encuentra la Guardia Civil, que no necesariamente tienen que estar ligados con el mundo arqueológico.

Denuncia desde Alemania

El caso del vecino de Illueca al que la Guardia Civil le incautó más de 4.000 piezas, muchas de ellas ajuares bélicos de gran valor, resulta especialmente rocambolesco. Al parecer, y según las primeras pesquisas, el hombre llevaba más de 15 años amasando su particular patrimonio -hecho que el acusado desmiente, como manifestó en una entrevista publicada en HERALDO DE ARAGÓN-. Esta situación fue descubierta después de que una denuncia desde Alemania alertara de la venta de restos expoliados procedentes de la zona en varias casas de subastas.


Aquellos objetos subastados eran varios cascos de gran valor y extraña morfología encontrados por este presunto expoliador en las proximidades de Aranda del Moncayo. Las autoridades alemanas intentaron paralizar su venta, pero la tardanza en la repuesta de sus homólogos españoles hizo que este patrimonio aragonés finalmente saliera al mercado.


"Existe un descontrol muy grande con respecto al patrimonio" declaran desde APUDEPA, asociación que defiende la conservación del patrimonio aragonés y que denuncia las "lagunas" de las leyes que conciernen a estos casos. "Se están perdiendo cantidades ingentes de restos históricos sin que nadie sepa muy bien qué ha pasado con ellos", sostienen desde la asociación, que señala a los expoliadores particulares y a la promoción inmobiliaria como los grandes culpables de estas pérdidas.

Un tema de trámites y plazos

El coordinador del Museo de Zaragoza apunta también a la ineficacia de la ley para defender el patrimonio. "En ocasiones recibimos aquí objetos a la espera de una resolución judicial que se demora más de dos años, y mientras tanto las piezas se quedan guardadas sin que podamos revisarlas", asegura a la vez que señala unas puertas que dan acceso a una sala llena de material incautado a la espera de conocer su propietario.


Aguilera, no obstante,avala la labor de la Guardia Civil y de Patrimonio Cultural, que actúan "con los medios que tienen" en una labor conjunta entre varias instituciones para intentar que el patrimonio sea catalogado lo antes posible.


Mientras espera que los juzgados resuelvan los destinos de muchos restos, o que los dueños que no los han reclamado autoricen al Museo la posibilidad de tratarlos, el centro se afana en componer las exposiciones "más atractivas posibles" para el público, como 'El aliento de los dioses' que a partir de junio, además, contará cada jueves con visitas guiadas realizadas por el mismo Aguilera para acercar más a la gente al significado que nos quieren trasmitir estos objetos que han conseguido resistir al tiempo, y cambiar la caja por la vitrina.