Música

Guisante, ahora en Lata

La banda de Rafa Domínguez abre este sábado La Lata de Bombillas (María Moliner, 7) para ofrecer un concierto 'Envasado en hechos reales'.

Guisante
Guisante, ahora en Lata
ROBERTO RUIZ

Rafa Domínguez es un fabricante de sonidos, un músico con dos décadas a sus espaldas como creador y productor de discos con aroma. Una suerte de Juan Valdés que desde su estudio, La Cafetera Atómica, muele y prepara los ritmos de un buen número de bandas aragonesas que acuden a él para despertar los oídos del respetable.


'Envasado en hechos reales' es el nuevo trabajo de Guisante, 16 años después de la publicación de su primer álbum. Doce canciones que conservan propiedades de jazz, posos circenses, melodías pop y jugo de guitarras. Guisante encuentra su sonido en la diferencia, en la sorpresa, en buscar un camino personal que se desdibuja a su espalda y cuyo destino firme es la libertad de no fijar rumbo.


Este sábado, a las 22.00, La Lata de Bombillas se abre para degustar un directo gigante, fibroso, una buena ración de sonido Guisante. Rafa Domínguez repasa su historia, compases y claves en las horas previas al concierto.


'Envasado en hechos reales" es un proyecto muy personal que llega más de tres lustros después del primer EP de Guisante...

Sí, en ese tiempo hemos estado casi siete años grabando y tocando con Bunbury, dando vueltas por el mundo en bandas como Muy Poca Gente, grupo que compartía con Sergio Algora, y grabando o produciendo más de 25 discos y algunos EPs en mi estudio. Desde Tachenko, Copiloto o The Patinettes a Cuti, Despierta Mc fly, Ticket... por citar algunos. No he estado precisamente parado. Aunque quería haberlo sacado antes, las cosas llegan cuando es su momento... Así que todo bien.


Hay una unidad en el disco, un sonido personal presente en sus temas...

Sí, pese a la heterogeneidad de las canciones y su origen muy distinto en el tiempo he tratado de darle un sonido global compacto que las unificara. Si lo he conseguido, ¡genial!


¿Tenía mono de pisar escenario, de tocar en directo?

Sí, como músico es lo que te alimenta el espíritu y te salva de la locura, aunque había actuado estos últimos años con Copiloto, o María José Hernández, tocar tus propias canciones es otra cosa.


Se presenta con una buena guarnición de músicos...

¡Unos monstruos! Me ayudan mucho y sin ellos no habría conseguido sacar esto adelante. En el disco colaboran compañeros de la banda de Bunbury (Ramón Garcías, Javier Garcia-Vega, Belén Estaje) y otros compañeros de viaje con Guisante (Pablo y Libi, de Picore), además de la colaboración de Enrique Bunbury en un tema a dueto. En directo cuento con Alfonso Luna, a la batería (Tachenko, Sr.Chinarro...); Libi, al bajo y coros (Picore, El Brindador..,); y Dani Garuz, a las teclas y coros (Da, La Costa Brava, Muy Poca Gente...). Pedazo de banda y amigos.


'El mundo en un Guisante'. Y Guisante en el mundo, ¿tiene prevista gira?

Estamos preparando conciertos en las principales capitales españolas para mayo y junio.


¿En qué se inspira para crear su música y sus letras?

En todo lo que veo, siento o pienso acerca de mi realidad. A veces pueden hablar de temas sociales, aunque no sean panfletos, sino reflexiones; a veces un poco crípticas, o simplemente hablar de mis neurosis personales, que seguramente no andarán lejos de las de cualquier humano.


¿Qué le aporta la producción musical, La Cafetera Atómica?

Pues aparte de darme de comer, es un trabajo más creativo y conceptual de lo que parece. Te ayuda a entender qué es lo que funciona o no. En la música, a nivel artístico, me aporta verdades musicales universales que sirven para todos los estilos, muy difíciles de definir... Y con ellas trato de sacar lo mejor de la esencia de cada grupo que confía en mí. Es un trabajo fascinante.