Entrevista

"Queremos tocar de una manera libre"

Miguel Ángel Remiro siempre está detrás de diversos proyectos: de flamenco, de jazz, de bandas sonoras para cine. Ahora ha formado Trío de Mar con Javier Estella y Matías Mingote y publica ?Blanco & negro?, con copla, tango, música latina y jazz. Cantan el propio Remiro, Pato Badian y Carmen París.

La formación Trío de Mar
"Queremos tocar de una manera libre?

¿Tiene Miguel Ángel Remiro un problema de identidad, sabe bien quién es? ¿No teme volverse esquizofrénico? Se lo digo porque hace flamenco, música contemporánea, bossa nova, jazz... 

Ja, ja, ja. La verdad es que es un problema para los demás no para mí, a la gente le gusta catalogar y yo no se lo pongo demasiado fácil. Todos tenemos ambivalencias y en lo artístico también pasa, solo que en este mundo de la híper-especialización choca que alguien no lo sea.


Permítame una pregunta escolar: ¿qué es para usted la música, cómo la vive?

Bueno, muchas cosas, pero en primer lugar un trabajo, que procuro hacer lo mejor que sé. Vivimos un tiempo en que se infravalora el trabajo bien hecho y lo artístico será muchas otras cosas pero un trabajo también. Intento no caer en esa idea del artista iluminado, apartado del mundo.


¿Qué quiere ser Trío de Mar y su disco ‘Blanco & negro' (Delicias Discográficas, 2013)? Jazz, música popular latina, un encuentro entre ambas disciplinas...

Sí... Eso…, y un racimo de canciones hermosas y muy conocidas tocadas y cantadas con cariño y delicadeza. Nada más, pero nada menos.


¿Cuál es el punto de partida, qué reflexión ha hecho el trío?

En realidad hablamos Javier Estella, Matías Mingote y yo de montar algo a trío y lo demás salió solo. La idea era tocar de una manera libre y para eso decidimos aplicar un filtro de jazz, que es algo que nos sale naturalmente y que creo combina muy bien con estas piezas.


Aquí hay boleros, tangos, copla, casi himnos intemporales ‘Alfonsina y el mar’, y todo se transforma en jazz... Están Zitarrosa, Gardel, Quintero y compañía, Jobim. ¿Es un tributo, un homenaje, un alegato del mestizaje?

Si es que todas estas músicas son mestizas en sí mismas. Todas parten de la unión de algún elemento popular (generalmente rítmico) con la música clásica europea que les aportaba lo armónico o melódico. Los músicos de jazz siempre han versionado canciones conocidas (los estándares); nosotros hacemos lo mismo pero con los de habla hispana.


Defínanos el espíritu de la música y de los arreglos. ¿Qué buscan: la elocuencia, la sencillez, la emoción directa, el virtuosismo?

En general lo que hemos buscado ha sido la sencillez. Cuando un arreglo nos sonaba “bonito” nos parecía suficiente. No nos hemos preocupado de crear cuadrados redondos con los arreglos. Suena bien, está bien. Tengo otros proyectos en que me complico más, pero aquí sobraba toda complejidad.


Hablemos de las colaboraciones: Alejandro Szabo, Carmen París y Pato Badian. ¿Qué han aportado, cómo valora su participación?

Cada uno ha aportado cosas muy diferentes pero muy interesantes a la vez. Por ejemplo el ‘Ojos verdes’ que se canta Carmen París no se puede aguantar… Hace una versión espectacular. Pato Badian aporta su dulzura y Alejandro ese poso melancólico que siempre deja el bandoneón.


Una de las novedades es que en ‘Blanco & negro’ Miguel Ángel Remiro, que ha hecho y hace tantas cosas, canta. ¿Cómo se ha sentido, cómo valora su voz y su interpretación?

Bueno, yo canto desde niño, sobre todo tangos. Me he sentido cómodo. Lo de valorar mi voz prefiero que lo haga quien la escuche.


Otro detalle: ¿qué vida puede tener esta formación? ¿Cómo se lo plantean, perderá el directo al no tener siempre a las cantantes?

Bueno, una de las salidas que ha tenido el proyecto es una colaboración que estamos haciendo con Carmen París en la que interpreta tangos, boleros y coplas. Hasta ahora, se puede decir que con público entregado allá donde hemos ido. Espero que sigan saliendo bolos con esto porque está muy bien.


Los motivos gráficos son de la joven pintora Ana Maorad. ¿Cómo ha sido el trabajo con ella?

La portada del disco es una reproducción de un cuadro de Ana que me parece maravilloso. Yo no soy imparcial con ella porque soy un fan incondicional de su pintura. No sé cómo valorar su colaboración. Cuando le pregunté si tenía inconveniente en que utilizase ese cuadro le pareció perfecto, y me consta que le gustó el disco.


Vivimos en una crisis que se extiende por todas partes. ¿Cómo la vive Miguel Ángel Remiro? ¿De qué se queja?

En ese tema no sé qué decir que no se haya dicho ya. En el caso de la música, lo que más echo en falta es un público preparado y exigente. Las discográficas han hecho mucho daño, vendiendo productos basura para el enriquecimiento fácil y rápido haciendo casi inaccesible la gran música para el gran público.


¿Tiene alguna idea o alguna reivindicación para transformar una situación más o menos crítica?

Al final supongo que es igual en todas las cosas. Pensar, ser críticos (que no criticones), buscar y no aceptar duros a cuatro pesetas, que casi siempre son un timo.