Música

Carlinhos Brown: "Huyo del dolor, no de la tristeza"

El músico brasileño presenta "Mixturada Brasileira", su nuevo trabajo, que reúne siete composiciones inéditas y algunos retazos del pasado.

Carlinhos Brown fue el creador de la tecnobatucada en los años noventa.
Carlinhos Brown: "Huyo del dolor, no de la tristeza"
EFE

En tiempos aciagos, un hombre hecho a sí mismo desde muy abajo como Carlinhos Brown parece el gurú de las crisis. Su receta frente a la adversidad -revela- pasa por aprender, compartir y abrazar la alegría, sin perder de vista los problemas ni repudiar la tristeza. "Lo que no quiero es el dolor", reconoce.


Dicen quienes le ven actuar en directo que este percusionista, compositor e intérprete brasileño no conoce la desazón. Él precisa que alegría y tristeza son dos emociones vinculadas como las olas del mar y, tras dejarse mecer por el intimismo de "Diminuto" (2010), se presenta ahora bravío, eléctrico y efusivo en "Mixturada Brasileira", que sale este martes a la venta.


El título procede del término portugués "misturada", mezcolanza, apropiado para definir un disco que reúne siete composiciones inéditas y algunos retazos del pasado de Brown, como "Magolehna", "Selva branca" o "Página futuro", de su etapa con Tribalistas, redefinidos bajo nuevos ritmos.


La "x" de "Mixturada" simboliza el cruce de culturas que es la música brasileña y, en este caso, el encuentro inevitable y creciente entre la percusión y la música electrónica, que no hace sino nutrirse de "los tambores primitivos", opina.


El autor de "Maria Caipirinha", que se vanagloria de haber creado la tecnobatucada en los años noventa, opina que su lenguaje ha llegado a un punto de madurez en este proyecto que ha contado con DJ DeepLick como productor y colaboraciones de Ivete Sangalo y Tego Calderón, entre otros.


"Podría decir que, ahora que no se venden discos, no hago más música. Pero no, éste es el momento en que más tengo por hacer", afirma Brown (Salvador de Bahía, 1962).

Desde su filosofía vital y musical, el ritmo cumple un cometido telúrico fundamental, como "una escoba que limpia los sentimientos".


"Son un activo de la naturaleza, como los árboles, motores que hacen que la rueda de La Tierra gire. El cosmos escucha cuando suena la batucada", añade.