XXVIII Feria del Libro de Zaragoza

El buscador de marcapáginas

Entre los lectores y curiosos conviven otras personas que llegan a la Feria del Libro buscando un nuevo marcador que se añada a su colección.

Marcadores realizados por Mingo en la caseta de Tropo Editores
Marcadores realizados por Mingo en la caseta de Tropo Editores

El depredador arrincona a su presa, como diría el desaparecido Félix Rodriguez de Lafuente. Y es que los marcapáginas es uno de los bienes más preciados de la feria del libro. Coleccionistas van al acecho del pequeño cartón ilustrado de cualquier novedad literaria.


“El año pasado vino una señora con un álbum lleno de marcapáginas... ¡y en casa tenía otros 15!, explica sorprendido Mario de Los Santos de la Editorial Tropo. Sin embargo, “los coleccionistas de marcapáginas no siempre compran libros”, se lamenta.


Sin duda, las editoriales incentivan esta práctica ya que estos preciados señalizadores son cada vez más originales “aunque algunos no cumplan demasiado bien su tarea”. Portadas de libros, biografías de los autores, publicidad de las editoriales y librerías... todo vale para el coleccionista. Incluso se reserva un rincón para el arte. Artistas zaragozanos realizan marcapáginas genuinos con distintos materiales. Como los de Mingo, un vecino de Santa Isabel que realiza marcadores con distintos motivos propios de la literatura fantástica.


Con forma de plátano como el de 'Simocracia' (de DeBolsillo), marcapáginas con muñecos recortables como el original marcador de 'El lector de Julio Verne' de Almudena Grandes o el propio programa de actividades de la Feria del Libro, el cual permite cortar la programación de cada día y utilizarlo de marcador, son las diversas formas de ser únicos. De que el lector, además de por la portada y su interior, se acuerden de la obra por el trocito de cartón con el que marcan su punto de lectura.


“Yo también soy coleccionista de marcapáginas, y por eso siempre tengo muchos para dar a los compradores”, confiesa la editora de Mira Editores. Con solo un paseo por las casetas cualquiera se puede percatar de que además de lectores también hay muchos coleccionistas ojo avizor a las novedades estrechas, decoradas y sobre todo originales. “Los marcadores también sirven para que la gente se acerque a la caseta a por uno y le 'eche un ojo' a las novedades”, explica Eva Cosculluela de Portadores de Libros.


Cuando llega a casa el coleccionista hace recuento de sus presas. Marcapáginas que tal vez nunca conozcan el interior de un libro. Pero que sin duda son también protagonistas de su feria.