Festival de Berlín

Una película afroportuguesa cautiva la Berlinale

Una historia de amor en el paraíso perdido colonial africano, en blanco y negro y en formato cercano al cine mudo, fue la apuesta presentada por Gomes en la sección a competición.

'Tabú' conquista Berlín
Una película afroportuguesa cautiva la Berlinale
AFP

La melancolía afroportuguesa de 'Tabú', dirigida por Miguel Gomes, conmovió a la Berlinale, un festival muy perceptivo con las cinematografías dichas modestas, como respuesta inteligente a una crisis más que visible, dentro y fuera del cine.


Una historia de amor en el paraíso perdido colonial africano, en blanco y negro y en formato cercano al cine mudo, fue la apuesta presentada por Gomes en la sección a competición, en la que asimismo se presentó "Was bleibt", del alemán Hans-Christian Schmid.


La estrella oficial de la jornada era Meryl Streep, quien recibirá el Oso de Oro de Honor en la sesión de gala de esta noche.


Pero 'Tabú' se ganó su parcela de protagonismo en lo que a la lucha por los Osos no honoríficos se refiere, con una cinta muy personal de Gomes, apuntalado hasta la Berlinale por su anterior título, 'Aquel querido mes de agosto', que ha pasado por unos 40 festivales, incluido Cannes.


"Preparé mi filme con mozambiqueños en Portugal, hay una relación de afecto entre mi película y esas personas, mucha 'saudade', mucho amor", explicó el director (Lisboa, 1972), tras el pase de su película, anunciada como un homenaje a Friedrich Wilhelm Murnau.


El arranque es un cocodrilo que devora a un explorador. De ahí se pasa al microcosmos de tres vecinas de un bloque de viviendas portugués permanentemente en brumas.


Con la muerte de una despótica anciana, que trata a su criada negra como a una esclava, se salta a la antigua colonia y arranca la romántica historia de amor de la recién casada blanca con un guapo aventurero que reniega de su pasado vividor por ella.


"Es puramente cine romántico, sí. Lo que no le evita una visión desapasionada tanto del colonialismo como de lo que vino después", explicó Gomes.


'Tabú' compartía jornada a concurso con 'Was bleibt', un retrato de un entorno muy distinto -una hermosa villa estilo Bauhaus del sur de Alemania y una familia de ricos y guapos con muchos traumas por resolver-. Al igual que la producción luso-brasileña de Gomes, se encuadra en la categoría de cine bien hecho, de creadores jóvenes.


Es la segunda concursante del cine anfitrión, tras 'Barbara', de Christian Petzold, película interpretada por Nina Hoss que encabeza la lista de favoritos al Oso del diario de la Berlinale, 'Screen'.


'Tabú' llegaba como uno de los títulos especialmente elogiados por el director del festival, Dieter Kosslick, -quien obviamente no habla de "favoritos", pero sí menciona más unos filmes que otros-.


Otra película de formato pequeño, 'L'enfant d'en Haut', de la suiza Ursula Meier, se colocó tras su proyección ayer entre los títulos que "suenan" a Oso, cruzado ya el ecuador del festival.


Kosslick advirtió en 2009 que la crisis global empezaría a hacer mella de verdad en el cine con dos o tres años de retraso respecto a otros sectores.


En esta 62 edición, cuando la crisis que entonces se alumbraba ha crecido virulencia, se ha preocupado de cuadrar una competición rica en filmes de presupuesto modesto, como apuesta por la creatividad en tiempos de vacas flacas.


La Berlinale siempre ha presumido de festival popular, cuyo carácter lo marca el público que llena cada una de sus sesiones y no el estrellato arquetípico de su rival, Cannes.


Este año, se diría que las estrellas que sí desfilaron por la alfombra roja berlinesa se esforzaron en hacerlo sin ostentaciones e incluso al frente de proyectos comprometidos, como Angelina Jolie y su debut como directora en "In the Land of Blood and Honey", sobre la guerra de los Balcanes.


El Oro de Honor a Streep encaja en ese tono de crisis. Llega a la Berlinale coincidiendo con el estreno en Alemania de su filme sobre Margareth Thatcher, la dama de hierro que casi estranguló el sistema social británico, con unos recortes similares a los que ahora sufre media Europa.