RECONOCIMIENTO

Isabel Burdiel gana el Premio Nacional de Historia con su biografía de Isabel II

Este galardón, convocado por el Ministerio de Cultura y dotado con 20.000 euros, sirve para reconocer el mejor libro de historia publicado en España en 2010 en castellano o en cualquiera de las otras tres lengua cooficiales.

La historiadora Isabel Burdiel ha ganado este martes por unanimidad el Premio Nacional de Historia por 'Isabel II. Una biografía (1830-1904)', una ambiciosa obra, fruto de 10 años de trabajo, en la que la autora analiza "los peligros de instrumentalizar una institución tan importante como la monarquía".


"A Isabel II se le ha atribuido siempre mucha responsabilidad en lo que estaba pasando en el país y yo he querido ver la que tenían quienes 'fabricaron' al personaje", dijo Burdiel, minutos después de que la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, le comunicara que había ganado el premio.


Catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad de Valencia, Burdiel manifestó la "gran satisfacción" y "la conmoción" que le había causado este galardón, que "en absoluto" se esperaba.


"Estaba tranquilamente preparando una conferencia que tengo que dar y creo que, en un primer momento, he estado muy torpe en la respuesta que le he dado a la ministra", aseguró.


Esta especialista en historia política y cultural del liberalismo europeo del siglo XIX, construyó su biografía de Isabel II "sobre material completamente inédito", a partir del archivo privado de la madre de la reina y con correspondencia "secreta y confidencial" de los embajadores británico y francés.


"He podido ofrecer una visión de cuál es el comportamiento de la Corona en un momento fundamental, como fue el del tránsito del absolutismo al liberalismo en España y que, en buena medida, constituye los orígenes de la monarquía actual", señaló la ganadora, que en 2004 ya publicó una primera biografía sobre "Isabel II. No se puede reinar inocentemente".


En el libro premiado, "el más ambicioso" de cuantos ha publicado hasta ahora, la autora ha investigado también "de qué manera se fabricó a Isabel II", que llegó al trono a los tres años, a los trece la coronaron y se hizo cargo del gobierno, "y la hicieron casarse a los 16 con un primo suyo al que odiaba".


"Es decir, fue una persona con una niñez y una educación profundamente manipulada por la corte y por su madre, que intentaban convertirla en un bastión frente al liberalismo", explica.


Isabel II terminó siendo "un personaje negativo para la monarquía y para el país", y Burdiel ha analizado "por qué eso fue así y cómo se convirtió a la reina en el obstáculo fundamental para el desarrollo del liberalismo".


En esa tensión entre corona y liberalismo, "venció finalmente el liberalismo pero tarde, con un gran coste para el país y para ella", sostiene la autora de libros como 'La política de los notables', de las ediciones críticas de la 'Vindicación de los derechos de la mujer', de Mary Wollstonecraft, y 'Frankenstein', de Mary Shelley.


La vida de Isabel II fue de "enorme tensión psicológica, y su búsqueda de afecto es lo que la llevó a tener una larga lista de amantes", eso sí, "uno detrás de otro". Aquellas ideas de que la reina tenía "sexo colectivo son rumores sin fundamento" que se lanzaron "para desacreditarla".


Publicado por Taurus, la obra premiada incluye también las biografías de otros muchos personajes, como la de la madre de la reina, Salustiano de Olózaga, Donoso Cortés o Leopoldo O'Donnell. "Son personajes que entran y salen según van actuando en el gran teatro de la política y de la corte".


A la ganadora del Nacional de Historia le preocupa "mucho la responsabilidad de los políticos en lo que ocurre" y de ahí que estudie en profundidad cómo en aquellos momentos los partido instrumentalizaron la monarquía. "Lo que no se puede hacer es utilizar la monarquía de pantalla e intentar que sea 'tu' monarquía exclusivamente", dice.


"La única lección" que se podría extraer de aquella época es la de que "la monarquía se sostiene sobre la voluntad popular y no sobre cualquier otra voluntad, y cualquier partido que intente instrumentalizarla se carga el papel de la monarquía", asegura la autora.