David Lozano teje en 'Cielo Rojo' historia de misterio en Rusia de Chernobyl

El escritor zaragozano David Lozano ha presentado este jueves 'Cielo Rojo', una novela de intriga, amor y misterio dirigida a un público juvenil, ambientada en Rusia, 25 años después del accidente de la central nuclear de Chernobyl y que permite al lector saltar de página y recorrer un mundo virtual complementario.

El protagonista, un estudiante de periodismo llamado Nicolai, regresa a su Ucrania natal y se reencuentra con Ekaterina, un antiguo amor de su infancia con la que se adentra por un mundo de recuerdos en el que no tardan en aflorar misterios y conspiraciones y extrañas muertes.

Nicolai y Ekaterina viajan a Itanich, trasunto literario de la ciudad de Pripiat, abandonada tras la tragedia de Chernobyl a causa de la radiación, y averiguan que a un monstruo de leyenda que habita en los bosques de la zona, el Chudovishche, le vuelven a atribuir extrañas muertes.

En una entrevista, el novelista asegura que el amor y el misterio son dos ingredientes que permiten al lector experimentar las "sensaciones fuertes" que buscan tanto en el cine como en la literatura.

Además, las características del lector joven al que va dirigido el libro ha exigido al escritor que desde las primeras páginas de libro comiencen a desarrollarse las cosas con rapidez a fin de que su atención quede captada desde el principio.

Para el autor, "el perfil de un joven es el de una persona impaciente, tanto en la lectura como en otros aspectos de su vida, y por eso las novelas juveniles tienen que ser historias que adquieran ritmo muy pronto en las que empiecen a pasar cosas desde las primeras páginas".

En su opinión, libros como la serie de Harry Potter permiten a los jóvenes descubrir "lo bien que lo pueden pasar con la lectura", e iniciar un camino que les puede llevar con el tiempo a lecturas más ambiciosas.

"Cielo Rojo" se encuadra en el denominado estilo de novela "transmedia", que permite al lector que busca "algo más" mediante un recorrido por internet a través de unas páginas que les permite escuchar canciones de un grupo musical del que la coprotagonista forma parte, descubrir la bitácora secreta de uno de los personajes o seguir las averiguaciones sobre el Chudovische.

Lozano asegura que su libro es una novela convencional que "no necesita en principio nada más que el papel", aunque admite que el mundo virtual complementario la enriquece y da mayor dimensión a la realidad que describe.

Las constantes referencias a los desastres de Chernobyl o Fukushima, y la utilización de escenarios reales son un recurso que utiliza el novelista para dar mayor solidez y verosimilitud a su historia.

Admite que cuando descubrió que Pripiak era una ciudad "fantasma y abandonada a su suerte" tras la explosión del reactor nuclear de Chernobyl, le pareció un escenario "muy sugerente" para su novela.

Aunque en un principio decidió viajar a Ucrania para documentarse sobre el terreno, dificultades personales le impidieron realizar la visita aunque no documentarse con profusión sobre el escenario que había elegido.

Un viaje que proyecta realizar "a posteriori" ya que "siempre intento documentarme de primera mano para escribir mis libros".

La trilogía de 'La puerta oscura', viaje al mundo de los muertos, le llevó a París a recorrer los escenarios que había elegido e, incluso, a asistir a la autopsia de un cadáver, en su interés por el rigor.

En la actualidad, Lozano trabaja en el guión cinematográfico de 'La puerta oscura', cuyos derechos vendió recientemente a un productor, y en una novela histórica de la que no quiere avanzar nada.

En su opinión, la novela histórica es un "género estrella" en la actualidad ya que permite al lector acercarse a uno de los "sueños" de la humanidad, los viajes en el tiempo.

"Toda lectura es un viaje -añade- y no hay nada más apetecible que los viajes en el tiempo, que ofrecen la mayor distancia que se puede recorrer y permiten conocer momentos que no son los tuyos".