En la capital aragonesa se rodó una de las primeras películas españolas, filmada por Eduardo Jimeno. 'Salida de misa de doce del Pilar' asombraba a la sociedad zaragozana que acudía a aquellas primeras instalaciones habilitadas para disfrutar del novedoso prodigio de las imágenes en movimiento. Sin embargo, no resulta concluyente, según los expertos, que esta cinta se grabase y viera la luz entre 1896 y 1897, sino un par de años más tarde, como apunta el catedrático Agustín Sánchez Vidal. En cualquier caso, Eduardo Jimeno Correas fue un pionero del cine. Pocos años después, ya entrado en nuevo siglo XX, vendría el cine parlante de los Coyne, con Antonio Tramullas entre sus filas.

De Ignacio Coyne es 'Escenas callejeras. Gigantes y Cabezudos', una breve pieza documental del año 1905. Inspirada en la famosa zarzuela 'Gigantes y Cabezudos'. obra de Echegaray y Caballero, es la célebre película homónima de Florián Rey, rodada en 1926. Tuvo una adaptación posterior, en 1969, dirigida por Juan Antonio Páramo.

La joven actriz de cine mudo Inocencia Alcubierre protagonizó la primera versión de 'Nobleza baturra' en 1925. La intérprete, natural de Uncastillo, encarnó a la protagonista de la cinta un par de años antes de su muerte, en 1927. La película fue dirigida por Joaquín Dicenta hijo y Juan Vilá Vilamala y en ella aparece, por primera vez en el cine, el interior de la basílica del Pilar. Este hecho fue muy difundido en la época por la novedad de poder introducir equipos cinematográficos en el templo y mostrar al público la belleza interna del edificio.

Lamentablemente, la película se perdió: no se conserva ninguna copia. Aunque se puede ver un pequeño tesoro durante estos días en el Palacio de Sástago, en Zaragoza. La exposición 'Orígenes del cine en España. La distribuidora aragonesa Cinematográfica Daroca' alberga una muestra con material publicitario inédito sobre el filme. Programas de mano, pasquines de Cinematográfica Daroca promocionando la película, así como 40 cartelas cedidas por la familia Compans, que regentaba el cine de Borja.

Diez años después del estreno de 'Nobleza baturra', otro aragonés, Florián Rey, dirigió una nueva versión de protagonizada por Imperio Argentina. También fue un gran éxito. Una tercera adaptación se rodó treinta años después, en 1965, bajo la dirección de Juan de Orduña, quien aparecía como actor en la versión de 1935.

De los primeros años sesenta también es el filme 'Alma aragonesa' (1961), de José María Ochoa, cuyo rodaje transcurrió durante las Fiestas en la plaza del Pilar, contando con numerosos extras que participaron en una secuencia rodada tras la Ofrenda de Flores. Lilián de Celis y Manuel Monroy encabezaban el reparto. El rodaje de 'Salomón y la reina de Saba' (1959)  en Valdespartera sugirió la idea de ilustrar el cartel de las Fiestas del Pilar haciendo referencia a este acontecimiento cinematográfico. La idea, como ya es sabido, fue rechazada.

Unas fiestas poco rodadas

Zaragoza es una ciudad poco explotada a la hora de rodar películas. Y por lo que se conoce hasta ahora, no cuenta con muchas referencias de filmes realizados en la ciudad durante sus Fiestas. Sí ha tenido especial resonancia televisiva desde su primera retransmisión, en 1958; una Ofrenda de Flores que cada año llega a millones de telespectadores. Pero el cine en la Ofrenda sigue siendo un asignatura pendiente para el séptimo arte.

En el mundo del cortometraje, la presencia del Pilar figura en numerosos cortos. Hay muchos y variados. Entre ellos destacan 'El cortometraje encontrado en Zaragoza' (1995), de Antonio Tausiet; y 'La maldición de los Jimeno' (2002), de Toni Alarcón.

El Templo del Pilar volvió a ser protagonista en el centenario del cine celebrado en la capital aragonesa, en 1996. El director zaragozano José Luis Borau hizo un 'remake' de la película 'Salida de misa de doce del Pilar'.

Incluso ha contado con visitas curiosas como la del realizador Morgan Spurlock ('Super Size Me'), con motivo de la grabación de una serie televisiva en la que aparecían las Fiestas del Pilar. Vino en busca de jamón y se quedó con la jota.

Otros cineastas se han enamorado de las Fiestas del Pilar e, incluso, han participado en su diseño, como es el caso de Bigas Luna. Sería una gran estímulo para la celebración de la Ofrenda que cada año un director de cine rodara un documental sobre ella. ¿Cómo sería la Ofrenda vista por Tarantino? ¿O por Fresnadillo, Lynch, Balagueró, Cuarón, Polanski..?