“Maldito seas, Perry el ornitorrinco” es una de las muletillas más famosas de ‘Phineas y Ferb’, una de las series de animación infantil del momento (con permiso de ‘Los pingüinos de Madagascar’ y Bob Esponja) que ahora da el salto a la gran pantalla para deleite de sus seguidores, tanto niños como adultos. Este producto Disney, que destaca por su frescura y originalidad, demuestra que, Pixar aparte, esos estudios aún cuentan con gente creativa a pesar de que sus seriales juveniles inviten a pensar lo contrario.

En cada capítulo se desarrollan dos tramas independientes (aunque de algún modo, al final confluyen). La primera está protagonizada por Phineas y Ferb, dos niños de inteligencia e imaginación desbordantes que aprovechan las vacaciones de verano para crear inventos que propician todo tipo de aventuras. Mientras, su hermana mayor, Candace, intenta delatar a los chicos ante su madre, si bien nunca lo consigue. Su mascota, el ornitorrinco Perry, es en realidad un agente secreto que intenta frustrar los planes de un doctor chiflado. De forma paralela, se relatan los divertidos enfrentamientos del mamímero con Heinz Doofenshmirtz. Además, la serie incluye, en un claro homenaje a Disney, un amplio repertorio de canciones.

Uno de los defectos de ‘Phineas y Ferb’ reside en que siempre se repite, con leves variaciones, la misma fórmula. De ahí que el filme, con el subtítulo ‘A través de la segunda dimensión’, cuente con el aliciente de que los chavales por fin descubren que su ornitorrinco es un espía. A través del ‘otro-dimensionator’, aparecen en un universo alternativo en el que tendrán que luchar contra el doble de Doofenshmirtz (allí sí que es un villano malvado) y su ejército de robots. Dirigen la película Dan Povenmire y Robert Hughes.

El viernes será el turno del resto de novedades de la cartelera, entre ellas la controvertida ‘La piel que habito’, de Almodóvar, y ‘Cowboys and aliens’. En este espacio de la edición digital de Heraldo tendrán toda la información.