PATRIMONIO

La judería antigua más olvidada de Aragón

Cuando se habla del Aragón judío, la localidad zaragozana de Luna casi nunca aparece en el mapa. Y eso que su pasado sefardí es uno de los más ricos. La reciente localización de la sinagoga, con su pozo para baños rituales, puede suponer su definitiva revitalización.

La judería antigua más olvidada de Aragón
La judería antigua más olvidada de Aragón
ASOCIACIÓN BANZO AZCÓN

Biel, El Frago, Luesia, Uncastillo, Tauste y Sos del Rey Católico tienen convenientemente señalizadas sus juderías. ¿Por qué Luna no? «Hemos puesto nombres y apellidos a los judíos que vivieron en Luna, sabemos dónde tenían sus negocios, conocemos perfectamente por dónde pasaban sus cortejos fúnebres... ¿Por qué no podemos recordarles con una simple placa cerámica? ¿Por qué Luna no figura en muchísimos escritos y guías sobre el Aragón sefardí, siendo que su judería fue una de las más importantes?». Las preguntas las lanza al aire Ferrán Marín, presidente de la Asociación Cultural Banzo Azcón. Y parecen no tener respuesta. «En varias rutas turísticas especializadas la judería de Luna no aparece, por sistema, y estamos muy cansados de esta situación», concluye.


Del pasado sefardí de la población cincovillesa se tienen desde hace tiempo referencias, algunas gastronómicas, como el 'refollao', dulce comúnmente conocido como dobladillo, que consiste en una lámina de masa sobre la que se pone cabello de ángel o miel y se dobla sobre sí mismo. Se conocía también el trazado de tres de sus calles principales, Puyfranco, Herrerías y Codillo, pero no se habían localizado testimonios arquitectónicos que pusieran de relieve la importancia de la antigua judería. Estudios recientes, en buena parte impulsados por la asociación, han permitido identificar casi con toda certeza la sinagoga, en bastante buen estado de conservación.


«Documentalmente teníamos alguna referencia gracias a los trabajos de varios investigadores -relata Ferrán Marín-. En documentos antiguos se habla de una 'calle de la Sinoga'; al estudiar un testamento se comprobó que un judío dejaba dinero al hospital de la sinagoga; y se localizó el contrato del rabino Açach Calo. No hemos encontrado documentos que nos certifiquen dónde estaba, pero es que no hace falta ubicarla. Es que está ahí, a la vista de todo el mundo».


La localización de la sinagoga


La sinagoga es un edificio que se alza en el número 5 de la calle de Herrerías, de propiedad privada y restaurado recientemente, popularmente conocido en Luna como Casa del Pepo. «No se sabe cuándo se construyó, pero tiene elementos pétreos de primer orden, está orientada al este, cuenta con una puerta grande y otra pequeña, destinadas al uso por separado de hombres y mujeres... Los propietarios del edificio recuerdan, además, que antiguamente se accedía por un patio abierto. Podemos decir que, en este caso, los restos arquitectónicos tienen tanta validez como los restos documentales». Y es que, además, conserva en su interior una estancia subterránea abovedada de la que brota un manantial. En ella se descubrió lo que en un principio se tomó como un aljibe, pero que hoy se cree 'mikve', una pileta en la que los judíos llevan a cabo rituales de purificación. Para abonar esta tesis, «en el pozo se encontró una jarrita de vidrio rota. Y sabemos que, cuando se abandonaba la sinagoga se dejaba en el 'mikve' una jarra de vidrio rota como para indicar que dejaba de tener utilidad ya para esos rituales de purificación», asegura Ferrán Marín. Aunque desde la asociación se quiere tratar este asunto con cierta prudencia, en España se han conservado muy pocos 'mikve', por lo que el hallazgo, si se confirma como parece, tiene una importancia histórica de primer orden.


«Se nos está vetando»


Incluso en la puerta de la sinagoga destinada a las mujeres existe un hueco en la jamba, que correspondería al hueco donde se dejaba la mezuzá, cilindro que en su interior guardaba un pergamino con versículos de la Torá. Los propietarios del inmueble recuerdan que en la puerta que correspondería a los hombres existía una oquedad parecida, pero ese sillar fue sustituido por otro.


«Lo que busca ahora la asociación es que, en la medida de lo posible, se faciliten las investigaciones de historiadores como Miguel Ángel Motis o Juan Ignacio Sáez, que tantos datos nuevos nos están ofreciendo. Y queremos que los vecinos de Luna sean conscientes del rico pasado judío de la localidad», concluye Ferrán Marín. Y añade: «Tenemos unas condiciones únicas para ser un gran atractivo turístico. Poseemos dos importantes iglesias románicas, en especial una de ellas, la de San Gil, tan interesante que incluso vienen a visitarla en autobús desde Francia; contamos con cinco castillos, que se están cayendo; y tenemos un importante patrimonio hidráulico y medieval. La conservación del patrimonio es, hoy por hoy, una solución de futuro. Y se nos está vetando».


La 'mikve'. En la Casa del Pepo se ha localizado esta poza, que puede corresponder a la 'mikve', donde los judíos realizaban baños rituales. En la estancia brota un manantial. A la derecha, la llamada Casa del Rey, popularmente conocida como la 'Casa de la Judía Mayor'.


La sinagoga. En el número 5 de la calle Herrerías de Luna se levanta la Casa del Pepo. En el interior pueden verse estas dos puertas, que corresponderían a la entrada -una para hombres, otra, más pequeña, para mujeres- a la sinagoga.