Antigüedades

La arqueología egipcia apuesta por sus tesoros frente a viejos personalismos

Muhamad Abdel Maqsud, sucesor del mediático Zahi Hawas, ha asegurado que él no quiere ser una estrella, sino que las antigüedades lo sean.

Imagen recuperada en el Museo Egipcio
Recuperan una estatua de Akenatón robada de un museo de El Cairo durante las protestas
EFE

La revolución ha llegado a la Arqueología egipcia de la mano de su nuevo responsable, Muhamad Abdel Maqsud, sucesor del mediático Zahi Hawas. Y es que el nuevo secretario general del Consejo Supremo de las Antigüedades Egipcias (CSA) quiere acabar con los personalismos en esta nueva etapa.


«Siento que estoy aquí para hacer mi trabajo como un soldado que sirve a las antigüedades. Pienso que los tiempos han cambiado: antes en este puesto eras una estrella, pero ahora no lo eres», afirmó Abdel Maqsud en su primera entrevista a un medio de comunicación extranjero desde que fue nombrado secretario general hace una semana.


«Las antigüedades son la estrella y no tú», sentenció este arqueólogo de Ismailiya (este), de 57 años de edad y complexión corpulenta, en su despacho de estilo minimalista, donde el único objeto que recuerda que uno está en el CSA es una caja para guardar pañuelos de papel con motivos faraónicos.


Pese al nuevo tono que quiere imprimir Abdel Maqsud, la sombra del antiguo responsable, Hawas, es alargada y su nombre se sigue escuchando por los pasillos de la sede de esta institución en el cairota barrio de Abasiya, donde el nuevo jefe ha decidido fijar su cuartel general.


Los dos teléfonos de Abdel Maqsud, ataviado con un traje de chaqueta azul marino a juego con una corbata con dibujos de jugadores de golf, no paran de sonar, mientras una cola de una veintena de personas espera a la puerta de su despacho para plantearle problemas que resolver.


El nuevo jefe de la Arqueología egipcia suspira cuando habla de la que se le viene encima. Su prioridad es dar trabajo a los 10.000 arqueólogos egipcios que ahora están en el paro y hacer frente a la deuda de 1.000 millones de libras (unos 181 millones de dólares), herencia de la administración anterior.


«El momento es complicado porque las excavaciones pararon, ya que estamos obligados a proteger los sitios arqueológicos y los museos. Además no recibimos el mismo número de turistas, por lo que la situación económica es difícil», destacó Abdel Maqsud.


Pese a este legado envenenado, rechazó criticar abiertamente a su predecesor.

La administración anterior


«Zahi es una parte en la historia. Hablé con él después de que me nombrarán y él me deseó buena suerte. Nosotros le deseamos un buen descanso», señaló Abdel Maqsud, quien hizo hincapié en que se van a mantener las cosas positivas de la administración anterior.


«Seguiré con dos proyectos importantes: el del Gran Museo Egipcio y el del Museo de la Civilización en Fustat -reveló-. Son dos proyectos prioritarios y tienen mi apoyo total porque son buenos para el futuro de Egipto y no pueden esperar ni un día».


Además, Abdel Maqsud adelantó que quiere ampliar la colaboración con otros países y prometió que va a respetar todos los acuerdos firmados anteriormente con misiones arqueológicas extranjeras.


Eso sí, a partir de ahora, a la hora de conceder permisos a misiones extranjeras será una comisión de expertos la que decida, porque «es tiempo de dirigir el CSA como un equipo, y no que decida una sola persona, por lo que las decisiones importantes las tomará un comité», apuntó Abdel Maqsud.


Este arqueólogo, especializado en fortificaciones faraónicas, señaló que continuará con la labor desarrollada por Hawas de recuperar las antigüedades robadas que estén en el extranjero y que proseguirá su lucha para recuperar el busto de Nefertiti, en un museo berlinés, o la piedra Rosetta, en el British Museum.


«Es un deber para cualquiera que sea el responsable de esta institución», dijo Abdel Maqsud, quien también resaltó que están trabajando en cooperación con las autoridades egipcias y la Interpol (policía internacional) para recuperar los 1.400 artefactos robados desde la Revolución del 25 de Enero.


Con lo que sí que quiere romper es con la forma de tratar con los medios de comunicación: «A partir de ahora, cuando tratemos con los medios, hablaré de trabajo, de la colaboración (con equipos extranjeros), de las antigüedades, y no de mí», apuntó.


Sobre los contratos firmados en el pasado con el canal Discovery y National Geographic, dijo que será un comité del CSA quien decida sobre su prolongación.


Sea como fuere, parece que Abdel Maqsud ha colgado para siempre el sombrero de Indiana Jones que caracterizó a su famoso predecesor, para iniciar una etapa con un nuevo sello que está todavía por determinar.