DINO VALLS

«Pinto al hombre y sus zonas de sombra»

El aragonés es uno de los siete españoles que participa en 'En las sombras de los sueños' que se exhibe en Bad Frankenhausen (Alemania).

Dino Valls, en una reciente visita a Zaragoza.
«Pinto al hombre y sus zonas de sombra»
CARLOS MONCíN

¿Cuántas obras hay en la muestra?

Se exhiben alrededor de sesenta piezas de siete artistas españoles. Somos: Luis Sáez, Marcial Gómez, José Hernández, Eduardo Naranjo, Vicente Arnas, José Viera y yo. Expongo nueve piezas.


¿Qué periodos abarcan? ¿Cómo la define?

Son obras prestadas por coleccionistas particulares, que representan un periodo de unos diez años, desde pequeñas tablas hasta grandes polípticos.


¿Le parece bien la terminología 'Nuevo realismo' o 'Nueva figuración' que se aplica a su trabajo?

Nunca he considerado que mi pintura fuera realismo, por lo que 'Nuevo Realismo' tampoco sería aplicable para definirla. Hace cuatro años, el mismo comisario organizó para el mismo museo, otra exposición de arte español contemporáneo centrada en el realismo, con Antonio López y los representantes de las escuelas madrileña y catalana de Realismo Contemporáneo. Ahora la selección se hizo en torno a lo que cataloga como 'En las sombras de los sueños. Figuración mágica'. Desde que comencé a presentar mi obra al público, se ha incluido en ocho o diez corrientes diferentes. Evidentemente es figurativa, lo de mágico es más discutible?


¿Se siente cómodo con esos compañeros de viaje?

Son grandes nombres que representan una variedad de formas diferentes de entender la figuración no realista.


Por cierto, Expone Antonio López en el Thyssen. ¿Percibe que es un maestro para usted?

Representa un tipo de arte del cual es un referente de altísima calidad, aunque no comparto muchos de sus presupuestos artísticos. Pero es fundamental que todos los aspectos de la actividad artística contemporánea estén debidamente reconocidos y representados, sin exclusión. Vanguardia, aparte de ser un incómodo término militar un tanto sobrevalorado, no justifica un nivel de calidad, y no es el único baremo para valorar una obra.


¿Dónde está ahora, cuál sería su línea de inspiración?

Mi pintura sigue tratando sobre el ser humano, sobre el hombre y sus zonas de sombra, sobre su conflicto entre lo inconsciente y la percepción de su consciencia. Mi evolución ha sido continua, aunque sus fluctuaciones no han sido bruscas. En lo formal se aprecia un mayor cromatismo respecto a algunos periodos anteriores, y en lo conceptual, aparece progresivamente un mayor juego con la representación, aunque los cambios los percibo a posteriori, no como algo premeditadamente proyectado.


En noviembre expone una gran antológica en Grecia. ¿Qué significa para usted?

Una gran retrospectiva sobre mi obra siempre es muy importante para mí. La situación actual de Grecia es muy difícil, puntualmente difícil, pero es una crisis de todo el Occidente desarrollado en general. Es una consecuencia más de una forma errónea de entender la civilización, la economía, en definitiva, al ser humano, más dolorosa cuando se trata de un pueblo que es referente fundamental para el pensamiento, el arte y la cultura de Occidente.