Blanca BK Gimeno pasó a llamarse Blanca BK tan solo y con este nombre, y con sus dibujos suaves y candorosos, ha logrado hallar un sitio en el panorama español de la ilustración. Trabaja, sobre todo, en el campo infantil: suele realizar ilustraciones y álbumes ilustrados para los más pequeños. Ha firmado libros con su marido, el escritor Jesús Aznar (en concreto, ‘¡Socorro! Este no soy yo’, en varios idiomas, en APILA), series como ‘Los libros de caitu’, que ya va por la sexta entrega y es una asidua en talleres o en ferias del libro del gremio como la de Bolonia. Su nombre asoma, cada vez más, en libros colectivos y en individuales. Vamos a traer hoy aquí tres de esta artista zaragozana que se asoma al mundo del libro infantil y juvenil con pasión y que sostiene que la clave de su oficio son la creatividad y la imaginación, la paciencia, el dibujo y el sentido del color.

Hace no demasiados meses aparecía, en castellano y en asturiano, ‘Sol nena y pitín’ (Pintar-Pintar editorial), con texto de Carmen Gómez Ojea, una narración de la amistad entre una niña y sus mascotas (un pollito y un perro), y la disputa ocasional entre ellas. En el texto hay otras cosas: un clima de tensión entre la madre y la niña, la pasión por los cuentos y las cartas. Blanca BK desarrolla aquí su mundo: una ilustración sencilla y directa, con color, y con esa inspiración claramente japonesa. La obra de la artista zaragozana nos hace recordar a series de animación como Heidi o Marco, que a ella parecen gustarle mucho. Uno de sus sueños, según ha confesado, es realizar una película de animación con sus dibujos.

Hablando de cine, Blanca BK ha tenido una estupenda oportunidad de aproximarse al séptimo arte en el libro ‘Un tren de cine’ (San Pablo. Madrid, 2011) de Alfredo Gómez Cerdá. Todo un clásico. El libro cuenta la historia de una locomotora, Charlot, que tenía un sueño: «ser artista de cine». Y casi lo logra. O lo logra en realidad. Participa en varios rodajes, lleno de disparos y tensiones, de policías y ladrones, de mujeres bonitas como Marilyn Monroe, pero él no se conforma con ser figurante: quiere ser actor. Actor de reparto o actor principal. Y al servicio de esa historia, fresca e imaginativa, pone sus dibujos Blanca BK y, así como quien no quiere la casa, hace algo más de un cameo en las películas históricas, de cine negro, del oeste. Eso sí, Charlot es un poco desdichado: a él ni siquiera le dicen “estás como un tren” lo que sí oyen la exuberante primera actriz.

El último título que querríamos sugerir hoy es ‘El misterio de Julia’ (Pintar-Pintar editorial), que ha escrito Ángela Sánchez Vallina, que quizá sea uno de los mejores trabajos de Blanca BK. Ángela cuenta la historia de una niña, Julia, que tiene ocho años, el pelo cobrizo, y una memoria de elefante. Julia tiene alma de pintora y de lectora. Posee un gato que se llama Negrín y una buena voz que le permite cantar en el coro. Todo va bien hasta que empieza a no oír el despertador, no oye a la profesora, se trastabilla en las notas musicales, desafina, oye mal a sus compañeras. ¿Qué le pasa a la niña, por qué se ha vuelto desatenta, despistada? A eso contesta el relato de Ángela y contesta gráficamente la ilustradora zaragozana que suele decir que la clave de su oficio es comunicar, transmitir emociones, ideas y atmósferas.

Esta mujer que trabaja la acuarela y el acrílico, que experimenta con el collage y la fotografía, acaba de recibir un encargo de Estados Unidos para hacer una serie de álbumes ilustrados de carácter infantil.