Entre todos lo mataron y el solito se murió. Un aforismo lúgubre que está a punto de hacerse realidad con el festival Luna Lunera, que desde 2002 se celebra en Sos del Rey Católico. La iniciativa arrancó con toda la osadía del mundo y fue asentándose con gallardía en el circuito nacional de festivales veraniegos, hasta convertirse en uno de los favoritos de público, crítica y artistas. Elvis Costello, estrella del cartel en 2010, declaraba a la prestigiosa revista 'Ruta 66' que recordaba especialmente su participación en la cita zaragozana. «Sonamos de maravilla porque realmente estábamos muy a gusto, y el lugar era encantador». Al día siguiente tocó con Kris Kristofferson en la plaza de la Trinidad de San Sebastián, en el marco del Jazzaldia: a veces, las comparaciones no son odiosas.

El caso es que todo esto queda en agua de cerrajas. Razón principal: el vil metal. Excusa pintiparada: la crisis. Julio Conde, fundador y director del festival, había preparado en este 2011 varias versiones de programa, debido a la contingencia económica. De los cuatro fines de semana habituales se había pasado a opciones de tres y dos si, como al final ha ocurrido, se cerraban todos los grifos, empezando por el de casa y siguiendo por las administraciones. En el aire queda un programa que, con rebaja presupuestaria y apretura de cinturón, mantenía sin problemas el nivel de ediciones anteriores. Probablemente no se verá este verano en el escenario de la Lonja Medieval de Sos a Ariel Rot y Calamaro juntos, más Elliot Murphy, en la primera velada, el 22 de julio, ni a Jackson Browne con Jonathan Wilson al día siguiente. Tampoco se disfrutará del talentazo de La Habitación Roja y The Jayhawks en el segundo viernes, con Aurora Beltrán y una tal Patti Smith veinticuatro horas después.

El tercer fin de semana tenía previstos a Fountains of Wayne, Love of Lesbian, Vetusta Morla y La Sonrisa de Julia. Para el cierre, a mitad de agosto, noche rockera con Rosendo y Txarrena más delicatessen con Serrat o Chucho Valdés con Jamie Cullum en la última noche. Como cada año, se contaba con la presencia de la luna lunera, en sus versiones menguante, nueva, creciente y llena.

Hay intrahistoria. El Ayuntamiento de Sos, que ayer cambió de manos, tiene una importante partida económica en el alero por impagos de la Administración. Esa contingencia ha creado tensiones políticas y los nuevos responsables del Consistorio dejaron claro en la campaña electoral que de gobernar impondrían medidas de contención de gasto, en aras de una gestión realista y acorde a las dificultades imperantes. Es otro saco de piedras en el lomo del festival, que en los últimos días ha manejado muchas alternativas en caso de que Sos dejara de ser terreno fértil para el 'selenitismo' militante.

Sedes alternativas

Tres poblaciones de Aragón (dos oscenses y una zaragozana) y el ayuntamiento de Pamplona se han ofrecido para recoger el testigo en 2012, ante la imposibilidad de hacerlo este mismo verano, por la cercanía de fechas y los cambios en el organigrama político de un buen número de ayuntamientos. La opción Pamplona contempla un escenario en la Ciudadela y un entusiasmo de consenso entre los grupos políticos, así que no es descabellada. Sí sería una pena grande para Aragón.