EXPOSICIÓN

‘La dama del armiño’, una reina en el Palacio Real

La obra de Leonardo da Vinci ocupa un espacio privilegiado en el palacio madrileño, que será su residencia durante los tres meses que dure la exposición ?Polonia, Tesoros y Colecciones Artísticas?.

Una mujer contempla el cuadro 'La danza de la muerte', que forma parte de la exposición
'La dama del armiño', una reina en el Palacio Real
EFE. JAVIER LIZÓN

‘La dama del armiño’ de Leonardo da Vinci ocupa un espacio privilegiado en el Palacio Real, que será su residencia durante los tres meses que dure la exposición ‘Polonia, Tesoros y Colecciones Artísticas’.


Como una gran celebridad y rodeada de estrictas medidas de seguridad, ‘la dama’ visita por primera vez España, convirtiéndose en la estrella de la exposición en la que también luce con luz propia la obra maestra de Rembrandt ‘Niña en un marco’.


Dentro del semestre polaco de la Presidencia de la UE, la exposición ha sido organizada en colaboración con Acción Cultural Española, la Fundación Banco de Santander y el Museo de Cracovia, y tendrá su contrapartida en la muestra ‘Tesoros del Patrimonio Nacional de España’, que se inaugurará en Cracovia el mes de julio.


Bella y serena, a pesar de la ‘ajetreada’ vida que ha llevado, ‘La dama del armiño’ se encuentra en España gracias a un acuerdo logrado hace poco más de dos meses.


El cuadro de Leonardo da Vinci pertenece a la Fundación Príncipes Czartoryski. El príncipe Adam Carol Czartoryski, presidente de la Fundación, ha relatado durante la presentación de la muestra, que han inaugurado este miércoles los reyes de España y el presidente de Polonia, Bronislaw Komorowski, la azarosa vida de la dama.


En perfecto español, idioma que conoce muy bien al haber nacido en Sevilla cuando sus padres vivían en esta ciudad por razones políticas, Czartoryski ha recordado que el cuadro fue adquirido por el príncipe Adam Jerzy Czartoryski hacia 1800 y pasó a manos de su madre, la princesa Izabela Czartoryska, quien en 1801 creó el primer museo polaco abierto al público.


La obra compartió el convulso destino de Polonia y antes de que las tropas zaristas llegaran a Pulawy, donde se exhibía, salió de allí junto con los fondos del museo iniciando un periplo por diferentes ciudades hasta llegar a París, de donde salió para volver a Polonia en 1870.


Protegido durante la I Guerra Mundial en Dresde (Alemania), volvió a Cracovia en 1920 y en los primeros días de la II Guerra Mundial fue confiscado por los nazis. Acabada la Guerra el cuadro fue devuelto a sus propietarios. «Se trata de una dama con mucha fuerza que ha aguantado mucho», ha comentado el príncipe.


El óleo sobre tabla pintado por Da Vinci en torno a 1490 representa a Cecilia Gallerani, amante de Ludovico el Moro, duque de Milán, cuando tenía 17 años. Por su profundidad psicológica, este cuadro está considerado uno de los primeros retratos modernos de la historia de la pintura.


Cecilia porta en sus brazos un pequeño armiño, emblema que encierra una alusión a Ludovico El Moro, conocido con el sobrenombre de ‘ermellino’ por haber recibido la Orden del Armiño que le concedió don Fernando I de Aragón, rey de Nápoles.


Janusz Walek, conservador del Museo Nacional de Cracovia, considera en el catálogo que en el contexto del desarrollo del retrato en la Edad Moderna, este cuadro ocupa un lugar muy significativo.


«De mano de un destacado científico, de un minucioso investigador de la naturaleza que poseía profundos conocimientos sobre las propiedades físicas de la luz, sobre la anatomía humana y animal, sobre la psicología, de un artista que dominaba la técnica pictórica, se trata sin duda de una obra muy innovadora en su época», explica Walek.


‘Polonia, Tesoros y Colecciones artísticas’ muestra 400 años de arte en Polonia, especialmente los de su edad de oro durante los siglos XVI y XVII, a través de más de 190 obras entre pinturas, esculturas, tapices, artes decorativas y obras literarias, seleccionadas por la comisaria Beata Biedronska-Slota y procedentes de los principales museos polacos.


Desde la Polonia medieval y renacentista, con capital en Cracovia, donde florecieron diferentes artes, el recorrido va mostrando los adelantos científicos, con la primera edición de la obra fundamental de Copérnico, el arte desarrollado durante la dinastía Vasa (1587-1668), con un gusto genuinamente polaco y los rituales funerarios.


El capítulo dedicado a la victoria sobre los turcos, con la exhibición de una llamativa armadura de húsar, da paso al dedicado a los príncipes sajones de la Casa de Wettin (1709-1763), con un arte dominado por la influencia de Francia y Alemania.


Protagonista de la sala X es el último rey de Polonia previo a la pérdida de la independencia, Estanislao II Augusto Poniatowski (1732-1798), mientras que con la exhibición de ‘La dama del armiño’ y de la ‘Niña en un marco’, finaliza el recorrido con una sala en la que se exponen piezas que desvelan la riqueza del arte europeo occidental en el coleccionismo polaco.