PINTURA Y ESCULTURA

Visiones del arte contemporáneo

A través de los variados y numerosos fondos de la colección de Ibercaja

Un exquisito paisaje de Pradilla: 'Niebla de primavera en Italia', un óleo sobre lienzo de 1907.
Visiones del arte contemporáneo

Parece como si Ibercaja quisiera manifestar, en estos tiempos de remodelación de las cajas de ahorro, su voluntad de poner en valor, o mejor revalorizar, la importancia de la Obra Social, una de las razones de ser de la institución. No sé si calificar al conjunto de obras que componen el patrimonio visual y plástico de Ibercaja de colección o de mecenazgo. Sería una disquisición que nos apartaría del cometido de esta crítica, aunque por simplificar podamos recordar que el mecenazgo es una forma de protección de las artes a través de encargos y el coleccionismo se nutre del mercado a través de compras.


La entidad hace coleccionismo y practica el mecenazgo a través de la organización de exposiciones que promueven la actividad de los artistas.


La exposición que nos ocupa muestra una pequeña parte de la colección con las siguientes coordenadas: el tiempo que va desde la segunda mitad del siglo XVIII, con pintores del tiempo en que vivió Francisco de Goya, pasando por el siglo XIX con pintura romántica y paisajista, hasta una visión del siglo XX necesariamente incompleta, pero interesante y el espacio que se circunscribe a la pintura y la escultura española, con destacados artistas aragoneses.


La selección, realizada por Dolores Durán, se basa en obras y artistas importantes. Dolores Durán cita a Antonio Saura, quien dijo que «Goya iluminó nuestra época» y es que el artista de Fuendetodos dejó una profunda huella en el arte posterior con influencias en el romanticismo, en el impresionismo, en el expresionismo, en el surrealismo... Podríamos decir que el periodo que abarca la muestra es el de la modernidad y en esos dos siglos Goya ha tenido una presencia imborrable con sus planteamientos adelantados en el tiempo.


Ibercaja tiene una colección importante de obras de Goya y se exhiben tres pinturas, ‘La Gloria o la Adoración del nombre de Dios’, de 1771-72, obra del momento en que vuelve de Italia, boceto de la pintura al fresco del Coreto de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, un boceto de ‘El Dos de Mayo de 1808 en Madrid o La carga de los Mamelucos’ de 1814 y ‘Baile de máscaras o Danzantes enmascarados bajo un arco’ de 1815.


Además, dado que la institución posee todas las series de los grabados, se presentan aquí dos o tres grabados destacados de cada serie. Goya está acompañado por pinturas de Ramón Bayeu, Corrado Giaquinto, Antonio González Velásquez y Mariano Salvador Maella. Con ello vemos que Goya estuvo envuelto de influencias barrocas, rococó y neoclásicas para llegar a tener una personalidad propia e inclasificable.


Del siglo XIX y principios del XX habría que destacar, a mi entender, la pintura de paisaje con obras significativas de Francisco Pradilla, ‘Niebla de primavera en Italia’ como ejemplo de representar un arte sincero y fiel a la naturaleza, de Aureliano de Beruete, ‘Paisaje castellano’ con toque impresionistas, de Antonio Muñoz Degraín, ‘Los estanques de Salomón’, con plasmación de emociones subjetivas, de Mariano Barbasán con ‘La zampoña’, un cuadro con un horizonte bajo para resaltar un impresionante celaje como exaltación de la grandiosidad de la naturaleza y de Santiago Rusiñol con ‘Vista de Gerona II’ con la intención simbólica de mostrar una visión personal de la ciudad.


El arte del siglo XX lo explica Alfonso de la Torre en el catálogo a partir de la figura de Benjamín Palencia, dado que proviene de las vanguardias anteriores a la Guerra Civil y el acomodo a la situación de posguerra, de la Escuela de Vallecas a la escuela de Madrid. Encontramos ‘El joven de la margarita o El aragonés’ de 1927 de Pablo Gargallo como obra representativa de la conexión con las vanguardias y el resto de obras son de la segunda mitad del siglo XX.


Destacan otras dos esculturas, de Honorio García Condoy, ‘Cibeles’, de formas rotundas y concisos ángulos y de Pablo Serrano con un boceto de ‘La aguadora’ de 1976. Destacan obras de Benjamín Palencia con un paisaje de tonos fauvistas, de Ortega Muñoz, de Aguayo y de Lagunas, como representantes de Pórtico, un espléndido ‘Les musiciens’ de 1946 de Antoni Clavé, un Saura de 1962, un Victoria de 1964, un Pérez-Villalta, un Broto de 1994 y algunas de las últimas adquisiciones de la institución como las de Guinovart, ‘L’eclipsi’ y Genovés, ‘Límites continuos’.


Colecciones

De Goya a nuestros días

Colección Ibercaja. Comisaria: Lola Durán. Patio de la Infanta.Hasta el 13 de agosto.