CIUDADES

El rótulo que nació en Zaragoza

El famoso luminoso de Tío Pepe en la azotea del edificio número 1 de la Puerta del Sol está ahora en restauración. Pero casi nadie recuerda que fue construido en Zaragoza, en el taller Quintana.

El rótulo, tal y como estaba hace unas semanas en la azotea del edificio madrileño.
El rótulo que nació en Zaragoza

Cualquiera que pasee por la puerta del Sol madrileña echará de menos el 'sky line' que dibujaba el perfil del rótulo de Tío Pepe. Pero muy pocos saben que el luminoso del ático situado en el número 1 del kilómetro cero, retirado ahora para su restauración, fue construido en una mítica fábrica vidriera de Zaragoza, el taller Quintana.


La familia Quintana abandonó en la década de los 50 su dedicación a los rosarios de cristal y las vidrieras para entregarse a la rotulación industrial con estos anuncios, como un símbolo del cambio de la sociedad española. El rótulo de Tío Pepe en el centro de Madrid es un símbolo, como los que resisten en el Cinema Elíseos o algunos anuncios ya desaparecidos (Gallina Blanca, Phillips, Casa Alpha o Banco Hispano Americano, que tuvo una bola del mundo de cristal en la plaza de España de Zaragoza).


Los hermanos Quintana no pueden reparar hoy el rótulo de Tío Pepe que construyeron, porque padecieron un pavoroso incendio en 1958 en su taller del Arco de San Ildefonso. Su historia fue motivo de la tesis doctoral de la historiadora Blanca Isasi-Isasmendi.


En 1935, la bodega jerezana González Byass encargó a los zaragozanos el cartel con 350 metros de iluminación de neón para celebrar su centenario. Mide 25 metros de ancho por 10 de alto y pesa 70 toneladas. Lo diseñó Luis Pérez Solero y fue manufacturado en Zaragoza.


Está previsto que la empresa embotelladora de vino de Jerez vuelva a montarlo hacia finales de otoño, después de la reparación que está en manos de la empresa Rótulos Spoluz, que lo desmontó y lo depositó en una nave de Alcalá de Henares.


Si los Quintana no pudieron ejecutar el Rosario de Cristal de Madrid, un proyecto que se quedó en ciernes, después de exportar su modelo de Zaragoza a 12 ciudades de toda España (Vitoria, Pamplona, Valladolid o Toledo, entre otras), la publicidad de las azoteas como la del Tío Pepe le sirvió para evolucionar de la artesanía de lampistería a la rotulación industrial.


La estirpe de tres generaciones de los Quintana sigue viva en las vidrieras visibles en el Paraninfo, el Casino Mercantil, la Cartuja de Aula Dei, Santa Engracia o el Ayuntamiento de Borja.


En 2009, el Ayuntamiento de Madrid 'indultó' este anuncio en la azotea del edificio en plena rehabilitación, así como el de Schweppes en la Gran Vía.