En el Museo Pablo Serrano (oficialmente, Instituto Aragonés del Arte y la Cultura Contemporáneos Pablo Serrano) se trabaja ya a un ritmo frenético pensando en su inauguración. Tres serán las exposiciones que se presentarán al público: una sobre el propio edificio, otra sobre el escultor y una tercera de arte contemporáneo aragonés.

Aunque oficialmente no se ha anunciado todavía, la fecha está fijada desde hace semanas: será el 23 de marzo próximo, justo en el límite marcado por la Ley de Partidos para las inauguraciones previas a unas elecciones.

Esa misma semana se presentarán el Museo Diocesano de Zaragoza y la restauración de las torres del Pilar, y en torno a esa fecha tendrá lugar seguramente la reapertura de la catedral de Tarazona.

El Departamento de Educación y Cultura tiene previsto anunciar en los próximos días cómo será la inauguración del edificio, en cuya ampliación se han invertido 28,5 millones de euros. En principio, el centro no reabrirá sus puertas con alguna de las exposiciones de relumbrón que se anunciaron hace meses (Santiago Calatrava, Frank Stella, Richard Deacon...), aunque se pretende trabajar en ellas después del verano.

Tres son las exposiciones previstas. En la planta baja, 'El IAAC Pablo Serrano, historia de un proyecto" en la que, con la colaboración del arquitecto José Manuel Pérez Latorre, se explicará la historia del edificio. En las plantas 1 y 2, 'O con la estrella o en la cueva', una muestra dedicada a la obra de Pablo Serrano y Juana Francés, y centrada en sus obras de finales de los años 50 y principios de los 60. Y en la tercera y cuarta plantas, 'Noreste', una colectiva de arte contemporáneo aragonés. Fernando Sinaga, premio Aragón-Goya 2010, es el comisario de la muestra.

A la inauguración estarán invitadas las más destacadas personalidades del arte contemporáneo en España. Lo que no está tan claro es si acudirá la directora honorífica del museo, la nuera del escultor, Susana Spadoni, defensora durante décadas de su legado creativo.

Spadoni, que permanecía ayer ilocalizable en Madrid, ha mostrado en los últimos meses un cierto distanciamiento en torno al proyecto.

En noviembre pasado, cuando se cumplían veinticinco años de la muerte de Pablo Serrano, aseguraba: «Lo que siempre he deseado y no siempre logrado es un trato fluido y cordial con los responsables de Cultura del Gobierno de Aragón. Siempre han sabido que cuentan con mi colaboración incondicional. Creo que puedo aportar mucho, pero no sé si esto se ha comprendido. Cuando hay mucho tiempo de silencio, evidentemente, me siento dolida».