CINE

Bridges y los Coen, cual 'cowboys' por la alfombra roja de la Berlinale

La película 'Valor de ley', nueva versión del título protagonizado por John Wayne en 1969, inauguró ayer el festival alemán.

De izquierda a derecha, Josh Brolin, los hermanos Coen, Hailee Steinfeld y Jeff Bridges, en Berlín.
Bridges y los Coen, cual 'cowboys' por la alfombra roja de la Berlinale
T. BRAKEMEIER/EFE

Los hermanos Joel y Ethan Coen, junto a su 'Marshall' Jeff Brigdes, desfilaron cual 'cowboys' sobre la alfombra roja de la 61ª Berlinale con 'Valor de ley', que abrió el festival, y custodiando a la joven actriz Hailee Steinfeld, la gran revelación de un filme que juega a ser y no ser un 'western' de toda la vida.


«No soy el perpetuador de John Wayne. Lo adoro, pero no busquen en nuestra película una especie de híbrido con la de 1969. Nuestro filme tampoco es una película del género», afirmó Bridges, presente en Berlín con un 'look' bastante parecido al del viejo alguacil borracho del filme, aunque aseado y sin el parche tapándole el ojo.


«No buscábamos el 'remake', vimos la película cuando éramos niños y teníamos una idea más o menos vaga de lo que pasaba. Wayne no es un referente para la gente de mi generación», corroboró el director Ethan Coen, entre asentimientos de su hermano Joel.


Wayne es un «icono», resumió Bridges, para quien los cinematográficos hermanos tienen «su propio lenguaje y su propia relación con el mundo de muerte y violencia» del llamado salvaje oeste.


La comparación era inevitable y el 'remake' de 'Valor de ley', que dio el Óscar en 1969 a Wayne, dejó a la Berlinale dividida entre los que lo ven como un 'western' de siempre y los que aprecian un cúmulo de diferencias derivadas del humor corrosivo del sello Coen. Se habla demasiado -y se dispara poco- para ser una película del oeste, pero, por otro lado, ahí están todos los tópicos del género: cazadores de recompensas, forajidos, borrachos, personal de gatillo fácil y ni un minuto para el aseo personal. La cinta de los Coen se ciñe más al libro de Charles Portis que al guión del filme de Henry Hathaway, pero es casi desligar del todo a Bridges de Wayne.


Mientras unos afinaban paralelismos en esa especie de duelo entre actores a 40 años de distancia entre sí o entre este filme y otros de los Coen, otros se dejaron arrastrar por la magia de una película que, en realidad, pertenece a Hailee Steinfeld, en el papel de la muchacha de 14 años empeñada en vengar la muerte de su padre.


Steinfeld está a millas de los estereotipos del género 'película con niño' y fue aclamada por un festival tan sediento de grandes nombres como de descubrir talentos. Encantadora y tan lista como en el filme, juró haberlo pasado estupendamente rodeada de hombres permanentemente rudos: «Pasé tres meses con ellos, tiempo suficiente para perderles el miedo», dijo.

 

Arranque vigoroso

La película acudía fuera de competición y coincidiendo con su arranque en las salas comerciales de media Europa -en EE. UU. se estrenó ya hace semanas-, de manera que poco margen para descubrir sus secretos dejó a la crítica desplazada a Berlín. Aún así, fue un arranque vigoroso para un festival por el que hoy dejará de hablarse tanto de aspirantes o no a Óscar -el filme de los Coen acumula diez nominaciones-, para empezar a hacerlo de candidatos a los Osos.


Abrirán el desfile dos debutantes en la dirección: el estadounidense JC Chandor y la argentina Paula Markovitch. El primero concurre con 'Margin Call', una película centrada en el convulso Wall Street de 2008 e interpretada por Kevin Spacey, Jeremy Irons y Demi Moore.


Markovitch, nacida en Buenos Aires y afincada en México, lo hará con 'El premio', una cinta que acude arropada por la subvención previa de la propia Berlinale -el fondo World Cinema- y su aval como guionista de 'Lake Tahoe', el film' del mexicano Fernando Eimbke que en 2008 ganó el premio Alfred Bauer del festival.

'El premio', que retrata aspectos poco explorados de la dictadura argentina a través de una niña de siete años y una mujer, es el primero de los dos concursantes de Latinoamérica, al que seguirá, el próximo miércoles, 'Un mundo misterioso', del argentino Rodrigo Moreno, ganador en 2006 del Alfred Bauer con 'El custodio'.

Esta Berlinale, por cierto, viene muy bien nutrida de cine argentino. Se verán en distintas secciones 'Medianeras', de Gustavo Taretto; 'Ocio', de Juan Villegas; 'Ausente', de Marco Berger; 'El camino del vino', de Nicolás Carrera.