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Jesús Gil Vilda: «Mi primera novela me quemaba en las manos»

Licenciado en Ciencias Químicas y con una amplia trayectoria en el mundo de la empresa, Jesús Gil Vilda acaba de publicar su primera ficción.

Jesús Gil Vilda acaba de publicar 'Crisis de gran mal'.
Jesús Gil Vilda: «Mi primera novela me quemaba en las manos»
MERCEDES LAFAJA

A los 37 años vio cómo se estrenaba en los cines 'Bienvenido a Farewell-Gutmann', su premiado debut como guionista, y dos años después acaba de sacar a la venta 'Crisis de gran mal', su primera novela. Nadie diría que el zaragozano Jesús Gil Vilda se licenció en Ciencias Químicas. Su experiencia previa en el mundo empresarial le ha servido de inspiración para sus historias, y en el libro muestra los oscuros entresijos laborales a través de la figura de Guillermo Alonso, un ejecutivo en una difícil tesitura que además sufre epilepsia.

¿Cómo acaba un químico dedicándose a la escritura?

La formación académica no condiciona la actividad profesional. Lo importante para escribir es tener algo que contar y hacerlo bien. Ninguna de las dos cosas se aprende en la universidad ni en talleres literarios. Hay ejemplos de escritores con otros estudios: Juan Benet era ingeniero de caminos, y Pío Baroja médico.

Una vez dijo que escribir era la culminación de un sueño. ¿Qué siente al ver su primera novela en las estanterías?

Es una sensación de pudor e ilusión, ya que escribir es un acto íntimo y privado. Me acuerdo de mi madre, que escribía poemas que espero publicar algún día, y de mi abuelo, cuyas obras de teatro se representaban en Tarazona.

La película 'Bienvenido a Farewell-Gutmann' era una fábula sobre la adicción al trabajo. ¿Y 'Crisis de gran mal'?

La novela cuenta la ascensión de un ejecutivo medio aragonés en una gran corporación. Se produce una colisión del afán de construir un mundo mejor con la dura realidad del ámbito industrial y económico. Guillermo Alonso, el protagonista, es un idealista en el peor sitio para hacerlo.

Su mirada vuelve a posarse en el lado más amargo del mundo laboral. ¿Por qué?

Considero que trabajar es malo para la salud (risas). Muchas patologías se generan en nuestros entornos laborales.

¿A qué se debe que introdujera la epilepsia en la historia? ¿Tiene doble sentido?

La epilepsia es una enfermedad escondida. Buena parte de quienes la sufren responden bien a la medicación y ocultan su realidad porque está mal vista desde el punto de vista social. Esa ocultación es análoga a la de las contabilidades turbias de muchas empresas que por esos motivos se van venido abajo en la última década: Enron, Lehman Brothers?

¿Tiene algo de Guillermo Alonso? Ha confesado que también vivió un proceso de reestructuración empresarial.

La documentación siempre empieza en uno mismo. Fui un ejecutivo medio de una multinacional, me asomé a procesos espinosos de reestructuración y llegó un punto en el que tuve que elegir si echaba a la gente o me echaban a mí.

¿Y qué escogió?

Irme, reconducir mi vida hacia cosas más importantes como escribir, la familia y colaborar con una empresa en cuyos valores creo.

El libro transmite desazón. ¿Qué espera que encuentre el lector?

Escribo por la necesidad de contar algo, y el material de esta novela me quemaba en las manos. Creo que eso lo percibirá el lector, va a encontrar una descripción realista de un mundo que tal vez desconozca, los entresijos de una fusión empresarial entre dos competidoras y eternas rivales.

En las páginas hay alusiones y guiños a Aragón.

El personaje principal es de Zaragoza y para él la ciudad y el pueblo, cuyo nombre no se dice pero es Tarazona, representan la estanqueidad del tiempo, ese lugar que siempre es el mismo y donde le hubiese gustado que sus hijos crecieran. Tiene una visión algo melancólica de Zaragoza, pero se trata del único sitio donde descansa de verdad. De Tarazona se menciona, por ejemplo, la catedral en continuo estado de restauración.

¿Cuáles serán sus próximos pasos?

Tengo otra novela ya escrita, 'Borra mi nombre', parte de ella ambientada en Tarazona, y que espero que se publique el año que viene. Y antes del verano comenzará en Sevilla el rodaje de 'A puerta fría', mi segundo trabajo como guionista. He escrito otro guión más, proyecto en el que colaboro con un productor de Barcelona, y estoy metido en una nueva novela. Los dos últimos casos se alejan de la temática laboral.