Armonías multisensoriales

Así se pudo comprobar ayer en la galería de arte zaragozana de Carolina Rojo, en la que se inauguró una exposición conjunta de pinturas de Martínez Tendero y de esculturas de Martí Morrós. Para celebrar el acontecimiento, se desarrolló una singular cata de arte maridada con tres referencias de Latidos de Vino: blanco, rosado y tinto barrica. Según el responsable de esta firma, Fernando Mora, el primero representaba el deseo; el rosado configuraba las sensaciones del beso y el tinto concentraba la pasión del amor.

Cada uno de los vinos fue catado con la explicación y contemplación de las obras de los creadores protagonistas, cuyas trayectorias y logros artísticos fueron glosados por el crítico de arte Manuel Pérez Lizano. Para culminar el multimaridaje, sonaron los ritmos del percusionista Javier Villar, quien logró su objetivo de combinar sus armonías acústicas con las expresadas por los volúmenes de las esculturas y por los colores y texturas de las pinturas. Los aromas y sabores de los vinos hicieron el resto, de forma que todos los asistentes disfrutaron de esta singular iniciativa. Entre ellos se encontraban artistas plásticos como Cristina Barato y Gonzalo Bujeda; el bailarín Miguel Ángel Berna; el arquitecto Jesús Tejada; el consultor de arte y coordinador de la muestra José María Benedí; la interiorista que se encargo del diseño de la galería, Nati Hueso; o empresarios como los señores de Ginés, de la joyería homónima, o Maite Gil, propietaria de la cadena Fénix Hoteles, además de aficionadas a las artes plásticas, como Mónica Pozas, 'personal shopper' del grupo Casa.