ARTE

Restaurado el cuadro 'San Vicente' de la Seo

La recuperación de la capilla dedicada al santo en la Seo se ha suspendido a la espera de encontrar financiación.

Detalle antes de la restauración
Restaurado el cuadro 'San Vicente' de la Seo
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Quienes hayan entrado en los últimos días en la Seo habrán podido comprobar un cambio sustancial en la capilla de San Vicente Mártir. El cuadro que ocupa uno de los laterales, y que representa a un 'San Vicente arrojado al mar,' luce completamente renovado tras una meticulosa restauración en la que ha trabajado un equipo de especialistas durante más de tres meses.


El día de San Vicente (22 de enero) ya se pudo ver allí, y sobre el altar se colocó, al igual que días después, en San Valero, la réplica del Santo Grial que se conserva en la catedral de Valencia, y que el cardenal García Gasco regaló hace unos meses al cabildo zaragozano. Los trabajos han sido desarrollados por la empresa especializada Arca.


«Todos los problemas que los restauradores nos podemos encontrar en una obra de arte los padecía ésta -subraya Carmen Usúa, que ha dirigido la restauración junto a Iván Senosiain-. No había nada a salvo, desde el soporte de la pintura hasta la propia capa de protección». En los trabajos han participado también Ana Cervantes, Inma Gimeno y María Jaime.

 

Tres restauraciones

«El cuadro ha sufrido problemas desde antiguo -añade-. Nosotros hemos atestiguado tres intervenciones de importancia, la primera de ellas en 1767, cuando se recolocó el lienzo en su lugar original tras realizar unas obras en la sacristía. La segunda intervención, años después, consistió en reparar los daños que había causado una corriente de aire. Y en la tercera, ya en el siglo XIX, se llegó a descolgar el cuadro porque había sufrido distenciones por agotamiento textil. La obra, que había sufrido muchos desgarros, tuvo una restauración desafortunada, que consistió fundamentalmente en la implantación de 68 parches de refuerzo. En ellos se empleó mucha cola, lo que, con el paso de los años, le causó muchas ondulaciones. Esa intervención, junto a los desperfectos, el humo de las velas y la ubicación del cuadro, hizo que llegara a nuestros días en muy malas condiciones».


Quizá haya sido este el cuadro más grande restaurado en Zaragoza (mide 6,8 por 4,4 metros, tiene casi 30 metros cuadrados de superficie), y ello ha obligado a reentelarlo para darle más fuerza al soporte de la pintura.


«Ninguna intervención es eterna, y la naturaleza de una obra de arte es siempre la que es y no tiene objeto luchar contra ella -subraya Carmen Usúa-. El cuadro está salvado y recuperado, pero habrá que vigilarlo en los próximos años para ver cómo evoluciona. En cualquier caso, si volvieran a aparecer tensiones en la tela, se podría desmontar el cuadro, solucionar el problema y devolverlo a su emplazamiento original». Una tarea, en cualquier caso, muy delicada. Buena parte de la restauración se hizo en una dependencia de la propia catedral, y luego el tramo final se ejecutó en el lugar donde se exhibe. Un equipo de ocho personas trabajó durante 12 horas para colocar el cuadro en su lugar. Luego se hicieron los retoques finales con pigmentos al barniz, y se barnizaron el lienzo y el marco en la propia capilla.


La restauración ha sido costeada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo, y con ella se suspenden los trabajos en la capilla de San Vicente. Aunque el Cabildo quería continuar, no ha encontrado patrocinador dispuesto a sufragar los gastos de la recuperación del resto de los elementos de la capilla. En la catedral, donde hace unas semanas se terminaron unas importantes obras en la fachada trasera, no hay ahora ningún elemento en restauración.

«Estamos estudiando cómo seguir -señalaba ayer el deán, Manuel Almor-. Lo más urgente quizá sea arreglar la sala capitular y la sacristía, que es donde queremos crear el Museo Capitular. Vamos a ver si en un par de meses se despeja el panorama».