Jaime Martín, uno de los miembros fundadores de la Orquesta de Cadaqués, ha sido nombrado director titular de la formación, un cargo que compartirá con Gianandrea Noseda, que será principal director titular, y con Neville Marriner, el principal director invitado.

Martín empezó en la Orquesta de Cadaqués, desde su nacimiento en 1988, como flautista, una faceta que todavía mantiene -es flauta solista de la London Philharmonic Orchestra y profesor de la Royal College of Music de Londres-, pero asume que deberá abandonar el instrumento poco a poco.

El músico comentó ayer en rueda de prensa que empezó en la dirección casi por casualidad, cuando, tras rechazar algunas propuestas, se estrenó con una orquesta de jóvenes en el festival de Lucena (Córdoba), dirigiendo la sinfonía de vientos de Stravinsky.

Desde entonces no ha parado de dirigir; el 1 de noviembre de 2008, en Santander, su ciudad natal, Marriner le 'apadrinó' como director y empezó así una breve pero intensa trayectoria, que le ha puesto al frente de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, la Irish Chamber Orchestra, la Manchester Camerata y la Orquesta Sinfónica del Valls.

Un sueño cumplido

«Para mí dirigir la orquesta era un sueño», confesó Martín en rueda de prensa, y reconoció que algunos profesores de la Orquesta de Cadaqués ya le decían que él dirigía incluso sentado en la silla tocando la flauta, y que esa doble faceta le ayuda mucho a la hora de entender a los músicos.

Martín dirigió el año pasado 16 conciertos de la formación de Cadaqués, y empieza este año con dos conciertos en Zaragoza (el 7 de febrero en el Auditorio) y en Madrid (el 8 en el Auditorio Nacional). Los recitales se enmarcan en el ciclo de Ibermúsica, con un programa que incluye el concierto de violín de Beethoven y la Sinfonía número 8 de Dvorák.