CINE

Cautivos del conde Roldán

Ayer fue el preestreno de '778. La Chanson de Roland', dirigido por Olivier van der Zee, que rodó parte del material en Zaragoza y el valle de Hecho.

Los expertos en recreación histórica medieval de '778. La Chanson de Roland', ayer, en los Aragonia.
Cautivos del conde Roldán
A. NAVARRO

Teodulf es un soldado alto, bien plantado, de larga melena y barba, cuyo cometido es guiar al ejército de Carlomagno hasta Zaragoza. Pero Teodulf, que ayer se encontraba en la capital aragonesa, habla perfecto castellano porque en realidad es madrileño, se llama Miguel Díaz de Espada, y si alguien encuentra su cara familiar es porque probablemente lo vio en 'Alatriste'. Él protagoniza la parte de ficción del filme documental '778. La Chanson de Roland', dirigido por Olivier van der Zee, que rodó parte del material (tanto de las recreaciones históricas del siglo VIII como de las partes reales con expertos e historiadores) en Zaragoza y el valle de Hecho.

El realizador aseguraba ayer en el preestreno de la cinta que su aspiración es que la gente salga «con ganas de saber más y satisfecha de haber visto una película de espectáculo, casi de acción». Y es que cerca de un tercio de la hora y cuarto que dura son escenas con actores y extras de grupos especializados en recrear el pasado.

Una mirada atrás que Van der Zee quiso hacer para averiguar qué había de cierto en el famoso poema épico que cuenta como las tropas de Carlomagno y el conde Roldán fueron masacradas en la batalla de Roncesvalles (que, según la teoría del profesor aragonés Agustín Ubieto, podría haber sucedido en realidad en Hecho).

Parte de ese pasado se materializó ayer en el centro comercial Aragonia con algunos de los recreacionistas que tomaron parte en el filme y que pertenecen a grupos como el Clan del Cuervo o la Mesnada de las Tres Estrellas. Éste último instaló allí una catapulta custodiada por un zaragozano llamado Antonio Cano, que precisaba: «En realidad, su nombre técnico es pedrera. Y funciona, ¿eh?». Con una veste medieval bicolor y un cuerno lleno de cerveza en la mano, departía con otros compañeros mientras seis soldados a caballo daban vueltas por el exterior del centro comercial.

En la planta de arriba, Teodulf-Miguel y otros cinco mercenarios del ejército carolingio cuidaban un minicampamento con dos tiendas y un armero con espadas, lanzas, cascos, escudos y hasta cotas de malla «que pesan entre 12 y 14 kilos», comentaba el cántabro José Lavín. Y recordaba que durante las dos semanas de rodaje apenas se quitaron las vestimentas de época, muchas de las cuales son algo más cómodas. «Es como ropa de baturro mezclada con rapero», bromeaba, aludiendo a los amplios calzones y las holgadas túnicas. En Roncesvalles, lo mismo encarnaron a soldados francos que a vascones (que, al cabo, parece que fueron los que tendieron la emboscada a Roldán, y no los sarracenos).

Arsenio Corsellas, doblador de Sean Conney al español, pone la voz en off al narrador que hila la historia de '778. La Chanson de Roland', documental que a juicio de Miguel Díaz de Espada contiene «imágenes de ficción únicas» en el cine español, «bastante originales y acertadas». No en vano el rigor histórico quiere ser la divisa de un documental que cuenta, entre otros, con testimonios de estudiosos como los profesores de la Universidad de Zaragoza Isabel Ubieto y Manuel Martín Bueno.

'778. La Chanson de Roland' es una coproducción en la que participan la empresa aragonesa Modélika y Aragón TV, cuyos responsables, Plácido Sánchez y José Quílez, asistieron ayer al preestreno. Desde hoy, el público podrá verla en seis ciudades españolas.