LITERATURA

«Todavía me espanta ir a un centro comercial y ver ahí mi novela»

El escritor Eloy Moreno señala que la base de su éxito es «un cúmulo de esfuerzos de mucha gente y también de casualidades, una bola que no hubiera sido posible sin las redes sociales».

Eloy Moreno estuvo ayer de promoción en Zaragoza.
«Todavía me espanta ir a un centro comercial y ver ahí mi novela»
VíCTOR LAX

Se ha convertido en un novelista de éxito, ¿cree en los milagros? «Es un cúmulo de esfuerzos de mucha gente y también de casualidades, una bola que no hubiera sido posible sin las redes sociales», contesta Eloy Moreno. A veces ocurre. Informático en el Ayuntamiento de Castellón, durante dos años y medio escribió su primera novela, 'El bolígrafo de gel verde', y se lió la manta a la cabeza para autoeditársela. De librería en librería, y con ese boca a boca digital tan efectivo que es Facebook, consiguió vender la friolera de 3.000 ejemplares. Espasa lo fichó y ya está cercana la cuarta edición.


Está convencido de que parte de su éxito radica en que los personajes son gente normal, muy cercana. Un informático (como él, ¿casualidad?) que un día descubre que su vida es una rutina alejada de cualquier cosa parecida a la felicidad. Un poco de autobiográfico tiene. «Me pasó algo parecido, era un autónomo informático y trabajaba de lunes a domingo. Un día corriendo en la montaña me caí, me hice daño en una pierna y estuve dos meses con muletas. Entonces decidí sacarme unas oposiciones y así poder tener tiempo libre», cuenta sobre el germen de la obra.


En dos semanas de promoción (aprovecha sus vacaciones), se ha acostumbrado a la vorágine de las entrevistas. «Más vergüenza pasaba cuando estaba en una librería y abordaba a la gente. Todavía me espanta ir a un centro comercial y ver ahí mi novela», confiesa.


El mayor halago que ha recibido: «Una lectora me pidió que le firmara un ejemplar para regalar, que era el quinto que compraba para sus amigos, y eso que todavía no era conocido en el ámbito nacional. Es la mejor crítica». Tiene ideas en la cabeza para una segunda novela. A partir del lunes, vuelve al trabajo y «prometo contestar todos los correos».