ARTES

El idioma del cuerpo

Diálogos entre figura y fondo en Pascual Blanco.

Viaje al Parnaso

Pinturas de Pascual Blanco. Galería A del Arte. C/ Fita, 19. Hasta el 11 de febrero.



Pascual Blanco (Zaragoza, 1943) ha manifestado siempre su pasión por la Literatura. El título que le ha puesto a su nueva exposición, ‘Viaje al Parnaso’, se lo ha pedido prestado a Cervantes, y no es el primer préstamo de este tipo en su carrera. Otra de sus exposiciones se tituló ‘Sombra del Paraíso’, como el libro de Vicente Aleixandre, y otras veces introdujo referencias a Jorge Guillén o a Milton. El ‘viaje’ cervantino, aludido ahora, es un largo poema satírico, donde los poetas son los protagonistas. La exposición de Pascual Blanco en A del Arte, y el catálogo que se ha editado con tal motivo, es también una pequeña antología de poesía amatoria en español (hecha por Bonifacio Martín). En las paredes de la galería, junto a las pinturas, se leen versos del Siglo de Oro, de poetas del 27, o de contemporáneos nuestros. Uno de estos contemporáneos, Ángel Guinda, escribe, además, unas palabras como prólogo.


Ángel Guinda aclara, no obstante, que estamos “lejos de un ejercicio interdisciplinar”, que los poemas “no son el referente inspirador, y en ningún caso encorsetador de la muestra”. Se trata de una complicidad y un homenaje, de una autobiografía sentimental y estética. También, creo yo, se trata de buscar en la intrahistoria de la poesía, y en sus temas recurrentes, traspasados de siglo a siglo por los autores, un equivalente, una justificación del recurso, en su obra plástica, a modelos y argumentos clásicos, y en concreto, al del cuerpo. Esta reivindicación de la figura humana, del retorno al orden, al Picasso neoclásico y al dibujo de Matisse, es algo peculiar de Pascual Blanco, pero también generacional, pues la suya es la generación que, a finales de los setenta, inicios de los ochenta, volvió la vista al cuerpo, y recuperó los motivos clásicos –Carlos Franco o Pérez Villalta serían buenos ejemplos.


Al título ‘Viaje al Parnaso’, el artista le añade, entre paréntesis ‘Cántico Corporal’. Tengo la impresión de que no se trata tanto de cantar al cuerpo, aunque tal vez haya algo de eso, como de un intento de poetizar mediante el mismo, o de utilizar el desnudo como código. La obra de Pascual Blanco está marcada por la contraposición entre las estructuras geométricas, o vegetales, de los fondos, y las figuras; también, un diálogo entre la pintura –con sus texturas, manchas, etcétera– y el dibujo. En algún cuadro de esta exposición, en ‘Paraíso regado’, por ejemplo, uno y otro elemento tienen vida, sin perder, por ello, el equilibrio.