Blog - Tinta de Hemeroteca

por Mariano García

TEATRO

Salvar la crisis aferrados a las tablas

No son marineros, pero, como en los naufragios, su salvación está en las tablas. En las de los escenarios, para ser precisos.

'Superimproindigestos', de la joven compañía Teatro Indigesto.
Salvar la crisis aferrados a las tablas
HERALDO

Las compañías de teatro aragonesas sufren el temporal de la crisis con desigual fortuna. Las hay que han decidido hacer un discreto mutis por el foro y las que asisten esperanzadas al milagro de ver subir su facturación en el último año. Tienen problemas en común, pero formas diversas de apretarse el cinturón y capear la crisis.


Su principal preocupación es el retraso en el cobro de las actuaciones. Fernando Vallejo, de Tranvía Teatro (compañía integrada en la asociación Asemtar), indica que ayuntamientos y otras instituciones deben "muchísimo dinero" al sector porque "no entienden cómo funciona esta industria". Los retrasos resultan particularmente graves porque «trabajamos con créditos y la demora en los pagos nos supone importantes gastos bancarios, un coste adicional", explica María López-Insausti, miembro de Teatro del Temple y presidenta de la asociación Ares, que agrupa a once compañías aragonesas.


Los McClown, en barbecho

Francisco Fraguas, de Los McClown, asegura que "en los dos últimos años se han retrasado mogollón los pagos, algunos más de un año, y le está pasando a todas las compañías". Teniendo en cuenta que ellos tienen la alternativa de seguir trabajando para televisión en programas como 'Oregón TV', Los McClown han decidido "parar la compañía y dejarla en barbecho" a la espera de tiempos mejores.


María López-Insausti comenta que en otros casos, aunque el drama aún no ha llegado a tragedia, sí se han tenido que hacer ajustes. En El Temple "hemos recortado los sueltos de todos", dice. Y eso que ellos están en el programa plurianual del Gobierno de Aragón que les garantiza hasta 2011 unas ayudas a la producción, al igual que a Viridiana, Tranvía Teatro, Miguel Ángel Berna, Teatro Che y Moche, Arbolé y Titiriteros de Binéfar. Pero hasta esos pagos van atrasados.

 

El milagro de Viridiana

Viridiana, por cierto, ha registrado un insólito incremento en su facturación en el último año, gracias a sus espectáculos 'En la cadiera' y 'Habibi/Amado', que "se están vendiendo muy bien; pero es la excepción, no es lo normal", dice prudente Jesús Arbués. Este miembro de la compañía oscense reconoce tenerle "mucho miedo a 2011" porque el recorte en los presupuestos municipales augura menos contrataciones y el de el Gobierno de Aragón, menos ayudas.


Tanto ellos como el resto tratan de enfocar sus producciones a lo que creen que más demanda el público (obras conocidas, actores de cierta fama...) y buscan ajustar gastos coproduciendo con grupos de otras comunidades e incluso de otros países. Tranvía Teatro, por ejemplo, ha hecho con La Fundición de Sevilla su 'María Estuardo' y con compañías de Valencia y Lituania su 'Panorama de ojos abiertos', y Viridiana, que ya coprodujo su 'Habibi/Amado' con artistas marroquíes, no solo lo va a traducir al francés para abrir mercado en el país vecino, sino que está embarcada con una compañía francesa y otra catalana en una obra que se montará en los tres idiomas.


La cooperación va más allá, tanto que hay quien no podría seguir sin ella, como Teatro Indigesto, que se fundó en 2007. "No hemos recibido subvención ni ayuda pública de ningún tipo -afirma la 'indigesta' Encarni Corrales-, las cosas fáciles nos las han puesto otras compañías, que nos han dado material fungible y nos han prestado equipos". Junto al respaldo de grupos como la PAI, Luna de Arena, Octogenia, Los McClown, Jaime Ocaña y otros, tienen también el del misterioso benefactor privado de Territorio Detroit, que les presta una nave en La Cartuja.

 

Rebajas en el caché

Como compañía emergente, Teatro Indigesto busca hacerse un hueco, pero encuentra difícil meter algunas producciones tanto en las ferias como en el Circuito de Artes Escénicas, donde los programadores miran para ver qué espectáculos contratan. Aunque no garantice nada, en realidad. Cobrar un caché cada vez es más improbable y más frecuente que les ofrezcan ir a taquilla, por mucho que algunas compañías hasta planteen ofrecer rebajas en el caché si les contratan dos espectáculos en vez de uno. A Corrales le preocupa que "la gente no tiene cultura de pagar entrada para ir al teatro".


Fernando Vallejo denuncia el "fracaso de la política cultural de los últimos veinte años", que ha subvencionado determinado tipo de espectáculos y los ha ofrecido gratis (o casi) al público para "utilizar la cultura como aparato propagandístico, en lugar de educar al público para que la valore".