ARTE

Bosques azules de cuento en el Centro de Historia

Patricio García crea una obra mural de atmósfera surrealista.

Un aspecto del mural de Patricio García.
Bosques azules de cuento en el Centro de Historia

Patricio García nació en Santiago de Chile en 1977, pero reside en Zaragoza desde que era niño. Lleva ya algunos años intentando abrirse camino en el arte con exposiciones, como la más reciente en Calvo i Mayayo, o proyectos específicos como el que presentó hace poco en el Festival de Jazz de San Sebastián. Ahora se enfrenta a una de las obras más ambiciosas de su vida en el espacio Tránsito, en el Centro de Historia. Allí, en las tres paredes de ese lugar, ha desarrollado sus 'Bosques oníricos', con dos colores dominantes: el azul y algunos tonos del negro. "Con esta pintura mural, tan importante para un artista joven, todo un desafío, quería demostrarme a mí mismo que podía materializar todo la energía creativa que llevo dentro. Quería probarme a mí mismo en una nueva experiencia", dice Patricio García.

Dice que eligió el tema general de los bosques porque "son testigos del tiempo, sin que a veces nos demos cuenta". "Los bosques están ahí, observándolo todo, con su silencio -añade-. Y además quería hacer ese tipo de bosque, soñado, para mostrar la lucha de la naturaleza y la mano del hombre. Quería hacer un bosque mágico, y a la vez melancólico. En cierto modo, también quería expresar el dolor que sienten o que pueden sentir los bosques cuando son víctimas de nuestro egoísmo".

La obra mural está desarrollada en tres tramos, con distintos bosques, uno de ellos más despejado, otro con árboles aguzados, casi como cipreses o abetos, y con unas presencias inquietantes. "Esas figuras están ahí para darle sentido al carácter onírico del bosque. A más de uno les pueden resultar turbadoras porque inciden en nuestro lado oscuro, que unas veces mostramos y otras no".

La iconografía que presenta Patricio García hace pensar en el universo surrealista, en la obra de artistas como Max Ernst o José Luis González Bernal, por citar un ejemplo aragonés, hace pensar en el expresionismo del grupo Cobra, pero también en el territorio de la ilustración y del cine de animación. En algún caso, parece haber más de un guiño a 'Alicia en el país de la maravillas' y su rica iconografía.

Concluye Patricio García: "Para mí este mural es muy importante. Es una oportunidad y una recompensa. Un regalo que me permite abordar aspectos como la destrucción de la naturaleza y medirme como artista". El pintor ha utilizado acrílicos, carboncillo y tinta. Sus 'Bosques oníricos' permanecerán expuestos hasta el 13 de marzo.