Un escenario siberiano

Un cubito de hielo. En eso se convirtió ayer el Palacio de Congresos de la Expo. Más de 40 operarios ataviados con gorros, guantes y sudaderas estuvieron trabajando para levantar y acondicionar la pista de 'La Cenicienta sobre hielo', espectáculo que estrenará hoy la compañía The Imperial Ice Stars, a las 20.00, y que estará en Zaragoza hasta el 1 de enero.

Los protagonistas de la historia son 25 patinadores rusos que atesoran en sus vitrinas títulos nacionales y mundiales. Sin embargo, estos deportistas de élite no tendrán una pista de 60 x 60 metros, habitual en los torneos de patinaje, sino que lucirán sus piruetas en una superficie de 14 x 14 metros. "En algunos sitios hemos tenido que montarlo en un escenario de 10 x 10 y los patinadores han tenido problemas. Por otro lado, lo ideal sería tener dos días para ponerlo todo, pero lo estamos montando en día y medio", asegura José Luis Palomino, director técnico del espectáculo.

El montaje de la pista es complejo. A pesar de la temperatura que soporta Zaragoza estos días, han sido necesarios 250 bolsas de hielo de 20 kilos, que se colocan una a una sobre una enorme moqueta. Estas cinco toneladas de nieve se extienden a lo largo de toda la superficie. "Para terminar la pista, un técnico se pasa la noche rociando todo con agua, hasta las 8.00. Así, esas cinco toneladas de hielo se conviertan en casi quince. A las 14.00 de mañana -por hoy- estará todo terminado", precisa Palomino.

Las responsables de mantener la pista a menos de 20 grados son las centenares de tuberías que se extienden por debajo y que están rellenas del refrigerante glicol de etileno. Si no hay contratiempos la calefacción se podrá poner a pleno rendimiento, aunque el pasado domingo algo falló y los espectadores vieron 'El Cascanueces' del Ballet Estatal Ucraniano de Jarkov con bufandas y abrigos.

Los tres ambientes en los que se desarrolla la obra son un palacio, un pueblo y un teatro. Además de la música, el único lenguaje que se utiliza en 'La Cenicienta sobre hielo' es el corporal, una mezcla de piruetas y danza, porque no hay diálogos. La trama se aleja de la versión de Disney y se desarrolla en la Rusia postrevolucionaria de 1920. En vez de un príncipe, el protagonista masculino es el hijo del alcalde de un pueblo de Siberia.

Casi todo el papel de la función de hoy está vendido y de los más de 1.400 asientos del Palacio de Congresos de la Expo, anoche apenas quedaban unos 80 libres. Sin embargo, más de la mitad de las entradas del resto de días siguen a la venta.

El miércoles y el jueves el espectáculo se desdobla en dos funciones, a las 17.00 y a las 21.00 y la última sesión es el 1 de enero, a las 19.00. Las entradas, que cuestan entre 30 y 45 euros, pueden adquirirse en las taquillas del Palacio de Congresos, en la red de cajeros CAI y en la web www.cai.es.