La causa era recaudar dinero para los proyectos de Unicef en Níger, así como buscar la difusión de la danza contemporánea. El punto de unión de ambos propósitos fue la coreógrafa Silvia Asemota, de quien partió la idea (y el coraje) de reunir ayer en el Teatro Principal a más de doscientos bailarines de escuelas e institutos aragoneses, así como rostros televisivos, bajo el lema 'Dance for Africa'.

El resultado, a pesar del aparente caos que reinaba entre bastidores minutos antes del primer pase, fue de lo más profesional en las dos galas que se celebraron, presentadas por el bailarín Luis Enrique Ortega. Abundaron estilos contemporáneos como el hip hop o el funky, cada día más de moda gracias a 'Fama'. De hecho, algunos participantes del programa, como Wendy García, estuvieron presentes ayer. Pero también hubo tango con La Milonga del Arrabal, de José Carlos de la Fuente; danza del vientre con las alumnas de Carlota Benedí o flamenco con los alumnos de Pilar Campos, de la Asociación Aragonesa de Bailes de Salón.

El CAI Baloncesto Zaragoza, el Real Zaragoza, el grupo Violadores del Verso y otros patrocinadores contribuyeron con regalos que se sortearon entre el público. La tarde quedará en la memoria de los chavales que por primera vez se subían a un gran escenario y que, gracias al trabajo de una docena de voluntarios y de Jazmín Cangahala, Francisco Campo, Ana Palacios y Maribel Martínez, de la delegación aragonesa de Unicef, aportaron su grano de arena para el proyecto 'Gotas para Níger', que tratar de garantizar agua potable y un futuro mejor a los niños nigerianos.