ESCENARIOS

El área metropolitana de Zaragoza se mueve, con citas con solera y esfuerzo

Los certámenes veteranos, como el teatral de Alfajarín, conviven con nuevas apuestas que luchan por consolidarse.

"Nos volcamos en organizar actividades infantiles para niños, aunque económicamente el esfuerzo es importante. Es la forma de que las familias jóvenes que residen aquí se queden en el municipio los fines de semana, porque, si no hay una oferta de ocio, Zaragoza es el indiscutible foco de atracción". Así de claro lo tiene Mar Vaquero, alcaldesa de María de Huerva, uno de los municipios próximos a la capital aragonesa que viven un auténtico 'boom demográfico'. Una opinión que comparte la coordinadora de Cultura del Ayuntamiento de Utebo, María Pilar Mas. "Nadie queremos convertirnos en una ciudad dormitorio", apostilla.

La cultura también se mueve en el área metropolitana de Zaragoza. Basta con echar una ojeada a las agendas de los doce municipios del entorno de la urbe aragonesa para encontrar algunas pequeñas perlas. La mayoría de los ayuntamientos echan mano de programas auspiciados por las administraciones, como la Red Aragonesa de Espacios Escénicos y el Circuito de Artes Escénicas y Musicales. Los equipamientos no siempre están en sintonía con la calidad de las propuestas y las carencias se suplen con dosis de esfuerzo, imaginación y la entrega de artistas, asociaciones y colectivos locales. Sin olvidar a los patrocinadores, sean grandes o pequeños, porque todo suma.

Uno de los veteranos por excelencia es esa gran fiesta del teatro de aficionados que desde hace tres décadas lleva adelante la Asociación Cultural La Portaza en Alfajarín. En 2011 cumplirá 31 años, algo que se dice pronto, pero que tiene detrás una prolongada historia. Se echa de menos la edificación de un verdadero teatro, una constante reclamación. Mientras tanto, hay que conformarse con el polideportivo. "En estos años se ha invertido en el pabellón y se ha mejorado el escenario, con la electrificación de las barras y los cambios en el sonido y la iluminación. Incluso se ha instalado un telón para dividir el espacio del recinto, lo que proporciona un ambiente más acogedor al lugar, pero no es el recinto deseable", asegura Jesús Ferrer, miembro de la organización y actor de La Portaza. Y surgen otras iniciativas, como el festival de una noche En Clave de Rock, que ya prepara su tercera edición. "La idea partió del grupo local Barrio Bajo y el objetivo es tener la oportunidad de escuchar bandas en directo", comenta el guitarrista de Barrio Bajo, Jesús Vicén, también concejal en Alfajarín.

A rebufo de ese gusto por los escenarios nació en el Burgo de Ebro el Certamen de Teatro Aficionado que el año que viene alcanzará su octava cita. El grupo Destormar, con más de 30 años de historia, se lanzó a la aventura en 2004 y la pasión continúa. Las funciones son en el centro cultural, con una capacidad que no llega a las 300 personas, y la clausura hay que trasladarla por falta de espacio al polideportivo.

De presupuesto nadie anda sobrado, y menos estos días. Si no que se lo pregunten al equipo de la Semana del Cine y de la Imagen de Fuentes de Ebro (Scife), que se estrujó las meninges para, con 60.000 euros, mantener el listón de la pasada edición y aportar novedades. Otra muestra con raigambre que merece ser marcada en rojo en el calendario cultural.

Si uno rasca un poco seguro que encuentra otras opciones. Un llamada al DJ de Fuentes Carlos Hollers (nombre este último que tomó de unos cantos para alegrar a los esclavos mientras trabajaban) sirve para enterarse de que suele pinchar "casi por diversión" en el Bowling Fuentes. "Es muy gratificante organizar algo aquí, pero todos nos meneamos mucho a otros lugares para poder escuchar la música que nos gusta", apunta. Estos testimonios son solo algunos ejemplos. Aún hay más.