CINE

Muere Blake Edwards, el último representante de la alta comedia

El autor de 'Desayuno con diamantes', 'Días de vino y rosas', 'La pantera rosa' o 'El guateque' falleció ayer a los 88 años.

Blake Edwards, en su discurso de agradecimiento del Óscar.
Muere Blake Edwards, el último representante de la alta comedia
AP PHOTO

Blake Edwards, director de películas que pertenecen por derecho propio a la historia del cine, como 'La pantera rosa', 'Desayuno con diamantes' o 'El guateque', murió ayer a los 88 años, según informó su agente, Lou Pitt. Edwards estaba casado desde 1969 con la actriz Julie Andrews, con quien tuvo dos hijos y colaboró en siete películas.


Pese a la obras maestras que firmó solo recibió una nominación a los Óscar y se conformó con uno honorífico en 1994. Un reconocimiento que recibió con humildad y realismo. "Nunca pensé que llegaría a recibir un Óscar, así que esto es como empezar a comerme el pastel", dijo entonces el realizador, que había recibido su única candidatura una década antes, por 'Víctor o Victoria'.


Escasas recompensas para un hombre que amaba el cine por encima de todo pero que había llegado al séptimo arte como forma de dedicarse a la escritura, su primera vocación. Nacido el 26 de julio de 1922 en Tulsa (EE. UU.), William Blake Crump empezó a estudiar Literatura en la Universidad de Los Ángeles, pero pronto dedicó más tiempo a escribir guiones de radio y series de televisión.


Fue en 1961 cuando Edwards se hizo, de golpe y de forma inmediata, con un hueco en el mundo de Hollywood. La adaptación de la novela corta de Truman Capote 'Desayuno con diamantes' fue un éxito inmediato de crítica y público, que además catapultó a Audrey Hepburn -pese a no ganar el Óscar para que el que estuvo nominada- al Olimpo de las estrellas. La delicadeza de la adaptación, la sofisticación de Hepburn y la maravillosa partitura que creó Henry Mancini -que sí se llevó el Óscar- hicieron de esta película un clásico desde su primera exhibición y continúa siéndolo a pocos meses de que se cumplan 50 años de su estreno.


Edwards pasó a ser el máximo representante de la alta comedia, un título del que nunca se desprendería pese a que algunos de sus trabajos posteriores más destacados son dramas como 'Días de vino y rosas', que llegó en 1962 y que le hizo ganar otro Óscar a Mancini y sendas nominaciones a Jack Lemon y Lee Remick.


A lo largo de su vida, Edwards contó en muchas ocasiones que su mayor honor había sido el comentario que le hizo Jack Lemmon para que fuera el director de ese filme. "Me dijo que la película era tan dura que buscaba a alguien que tuviera un buen sentido del humor, porque la vida está llena de humor y eso hace el drama mucho más duro", afirmó el director. Un humor que buscó y encontró en 'La pantera rosa' (1963), 'El nuevo caso del inspector Clouseau' (1964), 'La carrera del siglo' (1965) o, principalmente, esa joya del cine llamada 'El guateque' (1968). Filmes que mostraron la genialidad histriónica de Peter Sellers, sobre todo con el personaje de Hrundi V. Bakshi que Edwards escribió para contar una historia que se ha convertido en un ejemplo citado una y mil veces en las escuelas de cine como exponente de lo que debe ser una comedia.


Sellers fue uno de sus más fieles colaboradores y el protagonista de cinco de los títulos de la saga de la pantera rosa. Solo el último, que además cerró la carrera de Edwards, tuvo otra protagonista, el italiano Roberto Benigni, un sustituto imposible -como cualquier otro que se hubiera elegido- para Sellers.


Y en el lado femenino, Edwards tuvo otra colaboración importante en su carrera, la de su segunda esposa, Julie Andrews. Edwards logró acabar con su imagen mojigata -forjada en películas como 'Sonrisas y lágrimas'- en filmes como "10, la mujer perfecta', o 'Víctor o Victoria', el último gran éxito del realizador.