PREMIOS NOBEL

Vargas Llosa elogia la lectura en su discurso del Nobel

El escritor Mario Vargas Llosa asegura que sin ficciones el hombre sería menos consciente de la importancia de la libertad en su discurso de aceptación del Premio Nobel de Literatura.

El escritor lloró al recordar a su esposa Patricia
Vargas Llosa elogia la lectura en su discurso del Nobel
AFP

Mario Vargas Llosa, ha realizado su discurso de recepción del Premio Nobel, en el que elogia la lectura, "la cosa más importante" que le ha sucedido, y la literatura, convencido de que inventamos las ficciones para poder vivir "de alguna manera" las muchas vidas que "quisiéramos tener".


Vargas Llosa, en su discurso de aceptación, el acto más importante de la 'semana Nobel' junto a la entrega, el próximo viernes, del galardón, ha destacado que la literatura, además de sumirnos en el sueño de la belleza y la felicidad, nos alerta contra toda forma de opresión.


El escritor peruano aseguró que, sin las ficciones, el hombre sería menos consciente de la importancia de la libertad para que la vida sea vivible, y del infierno en que ésta se convierte cuando es conculcada por un tirano, una ideología o una religión.


En su discurso, titulado 'Elogio de la lectura y la ficción',  Vargas Llosa rindió homenaje a su madre y a sus maestros, entre quienes citó a Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann.


Durante su intervención, el hispano-peruano criticó al nacionalismo, "que ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia". En esta misma línea, Vargas Llosa ha subrayado que las patrias "no son las banderas ni los himnos, sino un puñado de personas y lugares que pueblan nuestros recuerdos". "Ojalá que los nacionalismos, plaga incurable del mundo moderno y también en España, no estropeen esta historia feliz".


Además, el escritor ha llorado de emoción al nombrar a su esposa Patricia. "El Perú es Patricia, la prima de la visita respingada y carácter indomable, con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años", dijo Vargas Llosa, que tuvo que hacer una pausa cuando se le quebró la voz. "Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos", agregó.


"Ella hace todo y todo lo hace bien", elogió a su mujer el autor de 'La ciudad y los perros', con la voz afónica por un resfriado. El público en la Academia Sueca celebró con un fuerte aplauso el momento más emotivo del discurso.