Las invasiones extraterrestres dan mucho juego a la ciencia ficción cinematográfica. Este 2010 han destacado ‘Monsters’, exhibida con éxito por varios festivales, y ‘Skyline’, principal estreno de la semana. Aquí los alienígenas no se hacen pasar por humanos para sustituirnos progresivamente o nos disparan, más bien nos aspiran, literalmente, cuando nos quedamos mirando la luz azul cegadora que proyectan sus naves. A pesar de su condición de pura serie B (ha costado cuatro duros, se rodó en pocos días y sus intérpretes son semidesconocidos), cuenta con unos notables efectos especiales que la hacen atractiva a los ojos del público mayoritario. En EE. UU. no ha cumplido las expectativas en taquilla, si bien su bajo coste asegura que habrá secuela.

‘Skyline’ sigue la lucha por la supervivencia de un grupo de amigos que, tras una noche de fiesta, se encuentran con el horror. Entre las potenciales víctimas figuran Eric Balfour (‘La matanza de Texas’), Donald Faison (‘Scrubs’), Scottie Thompson, Brittany Daniel (de la serie juvenil de los 90 ‘Las gemelas de Sweet Valley’) y David Zayas (‘Dexter’). La película no aporta nada nuevo, si bien tiene potencial para hacer pasar el rato. El problema reside en la desconfianza de los aficionados hacia sus dos directores, los hermanos Greg y Colin Strause, quienes perpetraron el bodrio ‘Alien v.s Predator 2’. En internet los comentarios no son muy positivos, una pena si se tiene en cuenta su brillante tráiler. Al menos los Strause han subido el listón, lo que no era difícil.

Bailando con lobos

Hace tiempo que Juan José Ballesta dejó de ser el Bola. El actor, de actualidad por la exitosa ‘Hispania’, protagoniza ‘Entrelobos’, una historia de aventuras sobre un joven criado en las montañas, en plena naturaleza, después de que su padre lo vendiera a un cabrero. Cuando este fallece, el chico, por instinto de supervivencia, se une a una manada de lobos, convirtiéndose en el líder del clan. El largometraje, con aires de ‘western’ y que reflexiona sobre la relación del hombre con el medio natural y salvaje, se inspira en el caso real de Marcos Rodríguez Pantoja, nacido en 1946 en Sierra Morena. Gerardo Olivares (’14 kilómetros’) da un paso más en su trayectoria como cineasta con una propuesta más comercial. A Ballesta le acompañan secundarios de la talla de Sancho Gracia, Carlos Bardem, Antonio Dechent o Luisa Martín.

La fama es una compañera cruel. Paul Walker y Hayden Christensen disfrutaron del estrellato, y siguen teniendo cierto estatus, sobre todo el segundo, si bien su carrera se ha encaminado hacia películas menores que navegan por los mares de la serie B. Es el caso de ‘Ladrones’, nuevo filme de atracadores de bancos dirigido por John Luessenhop, quien llevaba una década sin ponerse detrás de las cámaras. Este ‘thriller’ gira en torno a una banda de jóvenes ladrones que dan golpes perfectos y después se dedican a darse la gran vida, llena de lujo y mujeres, hasta el siguiente trabajo. Los problemas aparecerán cuando un detective (Matt Dillon) les siga la pista. El largometraje, no muy bien recibido por la crítica, se guía por los clichés del género y se apoya en un estilo visual de videoclip. Idris Elba, Jay Hernandez o Chris Brown, tristemente célebre por maltratar a Rihanna, están entre los secundarios.

Pocos recordarán ‘Nathalie X’, película francesa de 2003 con Emmanuelle Béart y Gérard Depardieu. Seis años después, el prestigioso Atom Egoyan (ahí está la magistral ‘Ararat’) rodó su ‘remake’, ‘Chloe’, un drama pasional con toques de ‘thriller’ y una leves pinceladas de erotismo por los encuentros lésbicos de Julianne Moore y Amanda Seyfried. En esta película, con la que se inauguró el Festival de San Sebastián de 2009, Moore y Liam Neeson son un matrimonio adinerado con los problemas de las parejas que llevan mucho tiempo juntas. La mujer está convencida de que su esposo le es infiel, por lo que, cegada por los celos, contrata a una joven y bella prostituta de lujo (Seyfried) para poner a prueba a Neeson. El espectador no sabe si las sospechas de Moore son ciertas o producto de su obsesión. Mientras, entre la mujer y la chica de compañía surgirá una extraña atracción. Viendo la trayectoria de Egoyam, ‘Chloe’ parece un encargo, aun así, el canadiense reflexiona sobre las pulsiones humanas y cuida la puesta en escena. Lástima que el guión no esté a la altura.