LENGUA ESPAÑOLA

Los escritores se rebelan contra la 'ye' y la siega de acentos en 'solo' o 'guion'

Ante la nueva ortografía, Soledad Puértolas, que leerá su discurso de ingreso en la RAE el próximo domingo, sostiene que estaría dispuesta a "meditar la supresión de la hache".

Acostumbrada al riesgo que implica la aventura de la creación, la escritora Soledad Puértolas ingresa en la Real Academia Española el próximo domingo y llega a la RAE en plena revisión de la ortografía. No le importaría que los cambios fueran más valientes, porque no dejan de ser "convenciones". "Yo estaría dispuesta a meditar la supresión de la hache. No creo que tengamos que preservar el lenguaje tal cual lo hemos recibido", afirma Puértolas.


Galardonada con premios como el Planeta, el Anagrama de Ensayo y el de las Letras Aragonesas, Puértolas se incorpora a la Academia cuando está a punto de publicarse la nueva edición de la ortografía que, si bien no reforma las reglas esenciales, propone algunos cambios que han levantado cierto revuelo, entre ellos llamar 'ye' a la 'i griega' y suprimir el acento del adverbio 'solo'.


A ella no le importaría ir más lejos en esa reforma y, por ejemplo, estaría "dispuesta a meditar la supresión de la hache". "La vitalidad de un lenguaje se demuestra con la capacidad de adaptarse", afirma.


"El mundo cambia y la lengua cambia con nosotros". Esa frase de Gustavo Martín Garzo resume la naturalidad con la que los escritores reciben las modificaciones que se introducirán en la ortografía, aunque la mayoría de ellos se resiste a no acentuar el adverbio 'solo' y a llamar 'ye' a la 'y'.


"Como escritor, lo primero es la libertad expresiva", dice el poeta Antonio Colinas, "partidario de las normativas" y admirador de "la labor excepcional" que realizan las Academias de la Lengua Española pero que, como otros autores, se acoge al "privilegio del creador" para tomarse con tranquilidad los cambios propuestos.


En parecidos términos se expresan también Martín Garzo, Juan José Millás, Antonio Muñoz Molina, Manuel de Lope y Andrés Neuman. Este último, nacido en Argentina y afincado en España, recomienda "no alarmarse por esos cambios".


La Comisión Interacadémica encargada de preparar la nueva edición de la ortografía ha aprobado ya el texto básico y, si bien su contenido no será definitivo hasta que el 28 de noviembre lo ratifiquen en Guadalajara (México) los máximos responsables de las 22 Academias, ya se conocen algunas novedades.


Aunque en esa reunión final podría haber cambios, de momento hay modificaciones que resultan llamativas, entre ellas denominar 'ye' a la 'i griega'. También se suprime la tilde del adverbio 'solo' y de los pronombres demostrativos, y se elimina, además, de monosílabos con diptongo ortográfico ('guion' y 'truhan').


Otro que se resiste a decir 'ye' y a suprimir la tilde del 'solo' es Juan José Millás. "Ese acento del adverbio 'sólo' es pertinente y hay construcciones donde es necesario", asegura.


Millás (Premio Nadal, Primavera de Novela, Planeta y Nacional de Narrativa), considera conveniente la unidad que pretenden las Academias, aunque en su opinión "la gran riqueza de la lengua española está en la diferencia".


Antonio Muñoz Molina, nombre esencial de la literatura española de las últimas décadas, supone que los expertos "tendrán sus razones", si bien no entiende lo de suprimir la tilde en palabras como "guión" y "truhán".


El autor de 'El jinete polaco' es académico de la Lengua pero, como pasa parte del año en Nueva York, no ha asistido "últimamente" a los debates y desconoce "cómo se ha llegado a esos acuerdos". "Los otros cambios son menos importantes, pero lo de 'guion' y 'truhan' no me gusta", subraya.


Manuel de Lope seguirá poniendo el acento en el adverbio 'sólo' porque así se lo enseñaron "en el colegio", y seguirá diciendo 'be' y 'uve'. Lo de llamar 'ye' a la i griega le parece "una falsa puesta al día". "A lo mejor a partir de las doce de la noche de mañana son faltas", afirma el autor de novelas como 'Bella en las tinieblas' y 'Las perlas peregrinas'.