PINTURA

Bilbao expone 72 obras inéditas de Janiere Roualt

Es una producción del Centro Pompidou, que permite apreciar la evolución del pintor francés.

Dos mujeres contemplan en Bilbao la obra 'Acróbata', de Roualt.
Bilbao expone 72 obras inéditas de Janiere Roualt
L. T./EFE

La exposición 'Georges Roault. Lo sagrado y lo profano' repasa desde ayer en el Museo de Bellas Artes de Bilbao la evolución de este singular pintor francés, difícilmente clasificable, y en la que pueden verse hasta 72 obras inéditas que el artista consideraba inacabadas. (Abierta de martes a domingo, de 10.00 a 20.00. Precio: 6 euros).


El director del museo bilbaíno, Javier Viar; la comisaria de la exposición, Ángela Lampe; y el nieto del pintor, Janiere Rouault, presentaron ayer la muestra, compuesta por 156 obras entre óleos y grabados y producida 'ex profeso' por el Centro de Pompidou de París.


Viar, que desveló que el citado centro de arte francés y la pinacoteca bilbaína tienen intención de organizar muestras conjuntas de manera periódica, explicó que Georges Rouault (París, 1871-1958) creó una obra "muy singular" que le convirtió en una artista "difícilmente clasificable", aunque, según dijo, "algunos para simplificar lo han catalogado de expresionista".


La exposición de Bilbao, abierta hasta el 13 de febrero, muestra la evolución de Rouault desde sus primeras obras, caracterizadas por una atmósfera cromática azulada, hasta las últimas.


La comisaria de la muestra y conservadora del Centro Pompidou indicó que la exposición se articula en cuatro capítulos: el circo, las obras inacabadas, la serie de grabados 'Miserere' y las obras tardías de Rouault. En los retratos de personajes circenses de su primera época Rouault experimenta con la forma y el color, al tiempo que muestra "compasión" por los personajes.


Las 72 piezas inéditas que se muestran en Bilbao estaban en el taller de Rouault a su muerte en 1958, y el artista las consideraba inacabadas, debido a que "su carácter hacía que nunca estuviera satisfecho", explicó Lampe.


La serie de grabados 'Miserere', es la "columna vertebral" de su obra. El último capítulo, obras tardías, se caracteriza por una "explosión cromática".