PROYECTO

"Zaragoza puede ser un laboratorio de producción"

Se incluirá dentro de la red Arteria de la Fundación Autor.

Preparan un nuevo espacio en Zaragoza, ¿en qué va a consistir ese proyecto?

Se trata de un 'cluster', en el que habrá mucha carga tecnológica y formacional, con talleres, laboratorios, etc. También contará con una sala de artes escénicas y otra de audiovisuales, habrá restaurante, tienda... Creemos que el sitio es muy interesante porque está en la Milla Digital y estamos en conversaciones con las autoridades para la compra del espacio.


¿Qué plazos manejan?

Las licencias podrían estar para el primer semestre de 2011 y nuestra intención es presentar el proyecto en el primer trimestre del año que viene. Es un proyecto que también ha realizado Antón García Abril -autor del fallido proyecto de la SGAE para el Teatro Fleta-, se lo debíamos. Y el presupuesto que manejamos asciende a 40 millones de euros.


¿Qué tipo de gestión tendrá?

Se incluirá dentro de la red Arteria de la Fundación Autor. Y completará los espacios que ya hay (siete en estos momentos).


¿Por qué Zaragoza?

Porque es un distribuidor, un punto clave. Es más, aquí podría estar la ubicación de la fábrica de producción. Arteria tiene una capacidad de producción. En 2010, que ha sido su primer año de funcionamiento, ha facturado 32 millones de euros. En 2011 entrarán en funcionamiento tres nuevos espacios. Así que necesitamos una fábrica de producción propia. Nuestro criterio es descentralizador y Zaragoza podría ser un laboratorio que nos permita probar los productos que después circularán por la red. Nos interesa establecer relaciones con empresas, con la universidad y con instituciones públicas que colaboren en este proyecto.


¿Físicamente, cómo será el edificio?

Es un edificio muy simbólico, que juega con túneles que lo atraviesan señalando los cuatro puntos cardinales. La idea es la de un contenedor de aspecto pétreo que por dentro sea como una caja de sorpresas. Tendrá una extensión entre 8.000 y 10.000 m2. Y dentro encerrará un centro de conocimiento y una incubadora de talento.


Es la tercera vez que intentan algo en Zaragoza, parece que tienen gafe.

A la tercera va la vencida. El proyecto de auditorio que pensamos para Ranillas acabó en Guadalajara (México); con el Fleta no tuvimos la segunda oportunidad que pensábamos, pero este proyecto es más medido, tiene más calado que el Fleta y no tanto como el auditorio. El entorno urbano ofrece muchas posibilidades. Zaragoza es una plaza, y la gente no es consciente del talento que tiene esta zona.