POLÉMICA

Los artistas reciben con opiniones encontradas el circuito de aficionados

Una parte de los músicos y compañías profesionales apoyan esta idea, mientras otros la consideran "competencia desleal". La DGA facilita con un catálogo la contratación de artistas 'amateur'.

Portada del catálogo de aficionados que ha editado y distribuido la DGA.
Los artistas reciben con opiniones encontradas el circuito de aficionados

Nunca llueve a gusto de todos. Un popular dicho que hacen cierto las opiniones encontradas que ha generado el Circuito de Aficionados de las Artes de Aragón (CADA) que acaba de lanzar la DGA y al que se han sumado 24 comarcas, con 246 propuestas artísticas 'amateur' de todo tipo, de más de 90 municipios. Una parte del mundo profesional de la escena contempla esta iniciativa como una "competencia desleal".

El Gobierno aragonés se limita a editar el catálogo y no subvenciona las contrataciones, a diferencia de lo que ocurre con la Red de Espacios Escénicos (REEA) y el Circuito de Artes Escénicas y Musicales, abiertos a compañías y grupos profesionales. Entre el Ejecutivo, las diputaciones y las comarcas se subvenciona hasta el 60% del caché, de tal forma que los ayuntamientos afrontan el 40% restante del coste. La polémica está servida.

Avales, críticas y escepticismo

La Asociación de Artes Escénicas de Aragón (ARES) y la Asociación de Empresas Teatrales de Aragón (Asemtar) mantienen posturas encontradas. Desde ARES, su presidenta, María López, productora también de Teatro del Temple, entiende el "miedo" que puede suscitar este lanzamiento, pero defiende que se trata de "apuestas diferentes" y no tiene porqué producirse una "injerencia" entre el circuito aficionado y los profesionales. "Un Ayuntamiento puede preferir un grupo teatral amateur porque le sale más barato, pero perdería el dinero que le llega a través de la Red, y también va a depender de los gestores culturales de cada municipio", dice.

En el otro lado de la balanza opina Roberto Barra, vicepresidente de Asemtar y director de Caleidoscopio Teatro. "La divulgación de este catálogo entra en concurrencia con los circuitos en los que desplegamos nuestra actividad profesional", asegura. Considera que es trata de un "agravio comparativo que se repite cada cierto tiempo", aunque no entiende el porqué de esta "vuelta de tuerca" ante la actual coyuntura económica. El "temor" es que se produzca un "menoscabo" de la actividad profesional, porque, al fin y al cabo, todo son habas contadas y el dinero que manejan las administraciones sale del mismo lado", reconoce Barra.

Otra de las voces críticas es la de Fernando Gabarrús, miembro de los Dulzaineros del Bajo Aragón. "En momentos puntuales, los conjuntos aficionados nos van a quitar trabajo y de una forma desleal porque la DGA los ampara y les da difusión", censura este músico profesional. Justifica que ya han visto caer el número de bolos. Aporta datos: de las 39 localidades fijas en su calendario, 5 los han sustituido por agrupaciones 'amateur' y las entre 120 y 130 actuaciones anuales han caído hasta las 96. Su malestar lo han transmitido al Departamento de Cultura y están estudiando la posibilidad de cursar una denuncia.

Entre los "currantes" de la cultura, como se autodenomina el veterano músico de jazz Chus Fernández, se pueden encontrar pareceres para todos los gustos. Él se muestra "escéptico", al igual que con los circuitos profesionales, porque -afirma- "lo que falta es la base, tanto por parte de la administración como de nosotros mismos, de tener claro y articular de verdad qué significa ser profesional en este campo". También hay quienes ven con buenos ojos esta idea, como el DJ de Fuentes Carlos Hollers. "Ojalá nosotros, cuando empezamos en esto, hubiésemos tenido esta oportunidad", reflexiona.

"Es una puesta en común"

Desde el primer momento, la DGA ha querido dejar claro que este programa unificado de grupos aficionados no entra en colisión con la RAEE ni con el Circuito. En ello insiste el director general de Cultura, Ramón Miranda, cuando se le pregunta directamente por esta cuestión. "No se trata de un circuito propiamente dicho, sino de una puesta en común", alega, a la vez que recuerda que, por ejemplo, en el caso de la Red, se obliga a cada ayuntamiento que la integra a un gasto mínimo de 20.000 euros. Insiste en que el Gobierno autonómico solo ha editado el catálogo, que en el futuro se actualizará 'on line', y, como mucho, ofrece ayudas en materia de formación. En todo caso, será cada comarca particular la que lo gestione.

Lo que Miranda ya no entra a concretar, es si el próximo año se mantendrá la partida presupuestaria que se viene asignando a cada uno de los circuitos profesionales, alrededor de 1,5 millones de euros en cada uno. "Por mi parte sería una petulancia hablar del próximo presupuesto cuando compete a las Cortes de Aragón conocerlo y aprobarlo", concluye.